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Un encuentro con la gastronomía mexicana en China

Actualizado a las 04/09/2017 - 15:21
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XIAMEN, 4 sep (Xinhua ) -- A Chen Liping le agrada muchísimo ver tantos clientes llegando y disfrutando estos días en su restaurante mexicano de Xiamen, un negocio que hace 10 años era solo un proyecto. Con la cumbre de los BRICS que se celebra en Xiamen, ciudad costera del sureste de China, Chen planea mezclar la gastronomía de su país y la mexicana para brindar la mezcla resultante a los amigos llegados de México.

La novena reunión de líderes de los países de BRICS se celebra en la ciudad Xiamen del 3 al 5 de septiembre, paralelamente al Diálogo entre mercados emergentes y países en vías de desarrollo, en el que México participa. "Para los invitados mexicanos que vengan a mi restaurante voy a preparar platos y presentarles un taco particular", anuncia.

Chen Liping nació hace 39 años en Ningde, en la provincia de Fujian, donde también está Xiamen. Su entusiasmo por la restauración le viene de familia: su hermano tiene un restaurante y su padre regenta un hotel. Ella asegura estar dotada para la gastronomía y dice ser capaz de enumerar los ingredientes y la receta de cualquier plato con solo probarlo.

Su marido es estadounidense y comparte con ella su pasión. En 2007 se les ocurrió la idea de abrir un restaurante en Xiamen. Un año después nació el restaurante Coyote, decorado con elementos típicos mexicanos tales como nopales, sombreros de mariachi y coyotes.

"En aquel momento no había muchos restaurantes extranjeros, y encima la gente no tenía un concepto de lo que es la gastronomía mexicana, y no hablemos ya de encontrar cocineros especializados", recuerda Chen. Tardó un año en aprender ella misma las recetas y luego otros cuatro en enseñárselas a sus cocineros chinos. El problema más grave, sin embargo, era la adquisición de ingredientes locales.

Hace 10 años que se puso en marcha el mecanismo de cooperación entre países de los BRICS, y el comercio entre China y los países latinoamericanos como México todavía estaba dando sus primeros pases. No era nada fácil, por lo tanto, adquirir de primera mano en Xiamen ingredientes y aderezos de países latinoamericanos. Para conseguir lo necesario, Chen no tenía más remedio que recurrir a distribuidores de Beijing y Shanghai, lo que siempre era un engorro. Además, tenía que elaborar los aderezos por sí misma.

Ahora, a medida que la relación de cooperación entre China y México avanza, esta molestia es cada día menor. En junio de 2013, los líderes de ambos países decidieron elevar la relación bilateral a la asociación estratégica integral, lo que ha llevado a que cada día se vean más productos mexicanos en el mercado chino.

"Por aquel entonces ya se podían econtrar en los supermercados varios tipos de tequila que nos permitían hacer margaritas muy diversas", rememora Chen. Ahora, el 80 por ciento de los alimentos y condimentos son importados de México.

Durante estos 10 años, el Coyote ha atraído a comensales de empresas multinacionales, escuelas internacionales y vecinos locales que acudan al restaurante por su fama. En los mejores momentos ha llegado a recibir a cientos de clientes chinos y extranjeros en un día, a partes iguales. Hay un mexicano que vive en Xiamen, y acude a comer varias veces a la semana, porque "allí encuentra un sabor de familia", detalla.

Chen utiliza masa china para sustituir al pan al preparar hamburguesas de res, mientras que añade pera al relleno para reducir la grasa. Esta creación de carácter mixto es muy popular entre clientes tanto chinos como extranjeros.

"¿Te das cuenta de que los sabores de los platos mexicanos son principalmente el ácido, el dulce y el picante? ¿Y que precisamente la lechuga, el tomate y el yogur, tres ingredientes esenciales, aunan los colores de la bandera nacional de México?", reflexiona la chef.

Chen busca ahora ampliar horizontes. "Ya es hora de promover más cosas con elementos culturales de México", se propone.

Este año, la cumbre de los BRICS ha colocado los intercambios culturales en uno de los puntos más estratégicos en materia de cooperación, mientras que, bajo el mecanismo BRICS+, los países del grupo y otros en vías de desarrollo van a realizar una variedad de actividades en todos los sectores y comunidades para reforzar la voluntad de sus pueblos y su base social.

Las buenas relaciones entre países residen en la familiaridad de los pueblos. Para Chen, la gastronomía es una ventana a través de la que el pueblo chino puede conocer una cultural extranjera. "Los alimentos tienen sus propios sabores, que se transmiten a otros países", explica.

China y México establecieron relaciones diplomáticas en 1972. Durante largo tiempo, México ha sido uno de los países latinoamericanos con más intercambios culturales con China. Aunque los dos pueblos están muy interesados en conocerse a un nivel más alto, el entendimiento mutuo tiene todavía que seguir avanzando.

"Además de los nopales y sombreros, no conozco mucho de México, así que me es difícil describir sus características. Sin embargo, estos platos avivan mi curiosidad por conocer más de la cultura mexicana", admite Che Jing, una chica que trabaja cerca del Coyote.

Muchas mesas y sillas son móviles en el Coyote. En la hora de mayor ajetreo, a los clientes les gusta juntar las mesas y sentarse juntos a comer. Las personas locales y los comensales extranjeros comparten aquí frecuentemente sus opiniones sobre comida y cultura.

El mecanismo de los BRICS está auspiciando unas relaciones de colaboración para los próximos 10 años, durante los que Chen espera que su restaurante siga progresando. "Aunque tengo confianza en mi cocina, el no haber ido a México me deja mucha pena. Este año iré sin duda para conocer de cerca este país y también para que el pueblo mexicano conozca mejor la gastronomía china", termina.  

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