La próxima cumbre del G20 que se celebrará en China con la participación de algunos países en desarrollo representa una verdadera oportuna para reactivar y rediseñar la economía mundial que ha ido en declive en los últimos años, indicaron expertos egipcios.
China eligió "Hacia una economía mundial innovadora, vigorizada, interconectada e inclusiva" como tema de la cumbre del G20 que se realizará el 4 y 5 de septiembre en la ciudad de Hangzhou.
A finales de 2008, la representación en el G20 cambió de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales a jefes de Estado debido a la envergadura de la crisis económica.
Este año, China invitó dos países en desarrollo a la cumbre del G20, Egipto y Kazajistán, además de la participación de Chad como actual presidente de la Unión Africana, de Senegal como socio fundamental de China para el desarrollo africano y de Laos como presidente de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (Asean).
"China restaura esta cumbre y restablece sus objetivos originales como una cumbre económica en la que la cooperación e intercambio económicos entre los Estados están separados de su nivel de relaciones políticas", dijo a Xinhua Diaa Helmi, director de la Cámara de Comercio Egipcio-China.
El experto enfatizó que China busca la apertura al mundo, incluyendo Africa, el mundo árabe, la región de Medio Oriente y otros Estados, y añadió que tanto Africa como los Estados occidentales actualmente voltean hacia China, "lo que refleja el éxito de la experiencia económica china como modelo a seguir".
Por su parte, Mahmoud Allam, ex embajador de Egipto en China, señaló que la cumbre del G20 se producirá ocho años después de la crisis financiera de 2008 y en medio de una recesión económica mundial y de la disminución de los flujos de comercio mundial, "lo que afecta las tasas de crecimiento, principalmente de los Estados en desarrollo".
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la tasa de crecimiento económico mundial disminuyó de 4,8 por ciento en 2011 a 2,4 por ciento en 2015.
"El mundo actual necesita darse cuenta de la necesidad de la cooperación económica mutua y de que la economía mundial debe ser inclusiva, no un club privado y exclusivo que agrupe únicamente a las economías fuertes, dijo a Xinhua el ex funcionario.
Allam enfatizó la necesidad de expansión de los mercados de las economías más pequeñas para que así las economías grandes encuentren oportunidades de promoción y exportación de sus productos. Allam espera que esta idea sea uno de los objetivos chinos durante la cumbre.
"Como actual presidente del G20, segunda mayor economía mundial y gran país en desarrollo, China puede desempeñar un papel de mediación entre los países avanzados y en desarrollo para alcanzar una fórmula más justa en las relaciones económicas mundiales", enfatizó Allam.
Durante su primera visita de Estado a Egipto, el presidente de China, Xi Jinping, pronunció un discurso en la sede de la Liga Arabe en El Cairo en el que enfatizó el "desarrollo" como clave para resolver la mayoría de los problemas de Medio Oriente, en especial los crecientes disturbios y actos terroristas.
"El crecimiento de las actividades terroristas del grupo Estado Islámico no será detenido si no es con desarrollo y creación de oportunidades de empleo, dado que el desempleo y la pobreza son los dos factores fundamentales para el crecimiento del terrorismo en esta región", dijo Ahmed Qandil, experto en asuntos asiáticos y director del Programa de Estudios Energéticos del Centro Al-Ahram de Estudios Políticos y Estratégicos.
De acuerdo con muchos economistas, los países en desarrollo sufrieron en los últimos años la falta de equilibrio, transparencia y eficiencia de las grandes instituciones mundiales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, debido a las condiciones políticas que establecieron para ofrecer ayuda al desarrollo.
Se espera que las oportunidades de los países en desarrollo sean mayores en el G20 si logran transmitir el mensaje de que el desarrollo en el hemisferio sur también contribuirá al alza de la tasa de crecimiento económico mundial y al incremento de las tasas de consumo, lo que reiniciaría el ciclo de comercio y desarrollo.
En cuanto a las oportunidades para Egipto en la cumbre del G20, mecanismo al que se une por primera vez, los expertos consideran que es una rara oportunidad para que el país árabe presente sus oportunidades de inversión y resalte su mapa económico, lo que podría llevar más inversión extranjera al país en el corto plazo.
"Egipto tiene grandes proyectos de desarrollo, particularmente el corredor del Canal de Suez, y considero que estos proyectos se integran a la iniciativa de la Franja y la Ruta propuesta por China", dijo Qandil.
Lanzada en 2013 por el presidente de China, Xi Jinping, la principal idea de la iniciativa es reactivar las antiguas rutas comerciales que conectaban a China con más de 60 países en Asia, Africa y Europa a través de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y de la Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI.
"Además como miembro fundador del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, Egipto desea obtener financiamiento para sus proyectos energéticos y de transporte para así lograr el desarrollo del país", dijo Qandil, quien enfatizó la necesidad del desarrollo de Egipto para restablecer la estabilidad en el conflictivo Medio Oriente.