El primer ministro japonés, Shinzo Abe, envió hoy lunes una ofrenda ritual al polémico santuario de Yasukuni, en el que se honra a varios criminales de guerra nipones, y más de 70 legisladores conservadores visitaron el recinto con motivo del 71º aniversario del anuncio de la rendición incondicional de Japón en la Segunda Guerra Mundial.
Sin tener en cuenta los sentimientos de la gente de los países vecinos, Abe pidió a su asistente Yasutoshi Nishimura que hiciese la ofrenda como líder del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD).
Al mismo tiempo, los legisladores conservadores, entre ellos el subjefe del gabinete japonés, Koichi Hagiuda, y Shinjiro Koizumi, hijo del ex primer ministro Junichiro Kuozumi, también acudieron al santuario.
La nueva ministra de Defensa japonesa, Tomomi Inada, no se presentó este lunes en este polémico santuario debido a que está en un viaje de cuatro días, desde el pasado sábado, a Yibuti, en Africa. Pero un grupo de legisladores del PDL, cuya presidenta es Inada, rindieron homenaje al santuario.
El nuevo ministro para la reconstrucción, Masahiro Imamura, visitó el santuario la semana pasada.
El santuario de Yasukuni, donde se rinde homenaje a 14 criminales de guerra de clase A entre los 2,5 millones de muertos japoneses en la Segunda Guerra Mundial, es considerado como el símbolo del militarismo japonés del pasado.
Las visitas de los líderes y funcionarios nipones al santuario han provocado fuertes críticas desde China y Corea del Sur.