Los nuevos planes para impulsar el Estado de derecho en China beneficiarán a la economía nacional y estimularán el proceso de modernización del país asiático, destacaron varios expertos.
El imperio de la ley encabezó la agenda de la IV Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), celebrada del lunes al jueves pasados, primera vez que en un encuentro de este tipo se toma este asunto como tema central.
Las decisiones tomadas en la sesión plenaria son "un gran paso de avance y un gran intento de modernización", señaló Giuseppina Merchionne, profesora de idioma y cultura chinos en la Universidad Católica de Milán y la Universidad de Trento, Italia.
El presidente chino, Xi Jinping, "está realmente acelerando el paso, al menos en términos de principios que a su vez tienen algunos resultados prácticos", declaró Merchionne a Xinhua el viernes.
La promoción de la transparencia en los asuntos gubernamentales y la protección de los derechos humanos en los procedimientos judiciales son algunos de los puntos destacados del documento que la sinóloga definió como clave para combatir la corrupción que obstaculiza el desarrollo económico y social de China.
De hecho, el imperio de la ley siempre ha estado presente en la historia de China, reconoció la experta italiana. "En este momento, sin embargo, China sabe que no puede ser la economía más dinámica del mundo sin poner el Estado de derecho en el centro".
Este nuevo "camino progresista" quedó mucho más evidente con la "moralización de China" impulsada por Xi a todos los niveles, desde los funcionarios administrativos hasta las más altas esferas, visible concretamente en la reducción de los gastos y los privilegios públicos, agregó.
"Desde este intento de moralización, los líderes chino han pasado ahora al esfuerzo de modernización de colocar la ley en el centro, al igual que hacen otros países modernos y democráticos", subrayó Merchionne.
Stefano Cammelli, autor e historiador de la China contemporánea en el centro de investigación Polonews de estudios de la China contemporánea, coincidió en la importancia histórica de la reunión.
Centrarse en el impulso integral del imperio de la ley en China era "el punto de inflexión más importante y esperado por quienes aman a China y siguen con interés el gigantesco trabajo de la reconstrucción racional realizado por el PCCh", explicó el profesor.
"La percepción de la importancia de materializar el Estado de derecho es un elemento esencial para el futuro de China y resultó una muy buena noticia saber que el Comité Central (del PCCh) lo ha situado en el mismo centro de sus programas", añadió Cammelli.
Kenneth G. Lieberthal, miembro de la Institución Brookings, consideró que asumir el imperio de la ley como tema de una reunión del Comité Central del PCCh constituye una dirección positiva.
La dirección de China desea lograr que el sistema jurídico opere de una manera más regularizada, transparente, menos corrupta y con mayor calidad, sujeto en menor medida a la intervención de intereses personales y de los gobiernos locales, acotó.
Yakov Berger, investigador del Instituto de Estudios del Lejano Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia, opinó que la adaptación y el ajuste de la ley tras la reunión deben realizarse dentro del marco de la Constitución de China.
Además, se refirió a la importancia de combatir la corrupción, tarea en que, dijo, el presidente Xi se ha ganado un merecido reconocimiento. "El problema de la corrupción cambia el destino de un partido gobernante, y también tiene que ser visto como un asunto de seguridad nacional", apuntó Berger.
Al respecto elogió los logros de China en la lucha contra la corrupción desde el XVIII Congreso Nacional del PCCh hace dos años.
La corrupción corroe la imagen del PCCh, y este debe continuar sus esfuerzos para combatir el problema, manifestó Andrei Karneyev, del Instituto de Estudios de Asia y Africa de la Universidad Estatal de Moscú.
Según Karneyev, el Estado de derecho brinda las mejores armas contra la corrupción, lo que, dijo, explica por qué el PCCh lo convirtió en tema central de la IV Sesión Plenaria.