ELECCIONES BRASIL ESPECIAL: Principales diferencias entre Rousseff y Neves en materia económica |
Por Edgardo Loguercio
BRASILIA, 23 oct (Xinhua) -- El bajo crecimiento económico brasileño en los últimos años, aunque combinado con amplias políticas sociales y bajo desempleo, se convirtió en uno de los ejes de la campaña presidencial brasileña que se definirá este domingo 26 en la segunda vuelta electoral.
La discusión sobre el rumbo que debe tomar Brasil en un contexto de crisis internacional divide aguas entre la presidenta Dilma Rousseff, quien busca la reelección por el Partido de los Trabajadores (PT), y el candidato opositor Aecio Neves, del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB).
En los cuatro años del primer mandato de Rousseff, la economía brasileña creció a un promedio de 1,6 por ciento anual, tomando en cuenta la previsión para este año que varía entre 0,3 y 0,7 por ciento, según las proyecciones de los analistas privados y el gobierno.
Al mismo tiempo, la tasa de desempleo se ubica en torno a 5 por ciento, el nivel más bajo de la serie histórica, y el salario mínimo es reajustado anualmente sumando la inflación del año anterior y la tasa de crecimiento del PIB de dos años atrás, garantizando una continua valorización del poder de compra.
El crecimiento de la renta de los trabajadores y las políticas sociales del PT tienen un impacto significativo en las condiciones de vida de los sectores más humildes, pero no son suficientes para revertir la tendencia a la estagnación económica de la mayor economía de América Latina.
Neves sostiene que la causa del bajo crecimiento es que el gobierno abandonó el llamado "trípode económico" -responsabilidad fiscal, control de la inflación y tipo de cambio fluctuante- que había sido establecido en el origen del Plan Real, en 1994.
Según los socialdemócratas, la llamada "contabilidad creativa" implementada por el ministro de Hacienda, Guido Mantega, esconde problemas fiscales y es complaciente con la inflación.
La campaña de Neves asegura que un cambio de gobierno restablecería la confianza de los empresarios y consumidores, lo que resultaría en una retomada del crecimiento en 2015, reforzado por el retorno de la austeridad fiscal y un combate más riguroso a la inflación.
Una de las medidas propuestas para mejorar las cuentas públicas sería la reducción del número de ministerios, de los actuales 39 para cerca de 22, lo que redundaría en una mayor eficiencia del gasto.
El jefe del equipo económico de Neves, Arminio Fraga, afirma que sería posible alcanzar un superávit primario del sector público de 3 por ciento anual en 2016, sin cortes en los programas sociales vigentes, que serían mantenidos.
Con relación a la inflación (cerca de 6,4 por ciento anual), que el candidato opositor califica de "descontrolada", la corrección sería hecha en dos etapas, comenzando por buscar el centro de la meta oficial, que es de 4,5 por ciento con dos puntos porcentuales de tolerancia.
Luego, sería promovida en el ámbito del Consejo Monetario Nacional (CMN) una reducción de la meta para 3 por ciento.
Rousseff, por su parte, sostiene que la inflación de este año, que se aproxima al techo de la meta oficial, está vinculada a choques de oferta provocados por la sequía en el país, que habría afectado el precio de los alimentos y de la energía eléctrica.
Para ella, la meta debe ser mantenida en 4,5 por ciento y el control de la inflación no puede estar basado en la elevación excesiva de la tasa básica de interés, actualmente en 11 por ciento anual.
La campaña del PT acusa a Neves y Fraga de querer repetir la receta implementada en el gobierno socialdemócrata de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), con tasas de interés que favorecen al sector financiero y cortes salariales.
La presidenta considera que el bajo crecimiento es consecuencia de la crisis internacional, ante lo cual debe ser preservada la demanda interna y el empleo.
Defiende el mantenimiento del "trípode económico", y considera que el superávit fiscal, que este año debe alcanzar entre 0,5 y 1 por ciento del PIB, puede ser elevado el año próximo para entre 2 y 2,5 por ciento del PIB.
Según Rousseff, a partir del año próximo comenzarán a verse los resultados de las concesiones en infraestructura (aeropuertos, puertos, rutas) realizadas este año, y que nuevas concesiones (rutas y ferrocarriles) están siendo preparadas para 2015.
La campaña oficialista asegura que están sentadas las bases para un "nuevo ciclo de desarrollo", con fuertes inversiones en el sector de energía y un papel muy activo de los bancos públicos para financiar grandes obras.
La presidenta adelantó además que, en caso de ser reelecta, habrá cambios en el equipo económico, con la salida del ministro Mantega, que podría ser reemplazado por un economista más vinculado al sector privado.