21/11/2013 (El Pueblo en Línea) - Investigadores de la Universidad de Boston y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, han desarrollado una nueva superficie arrugada capaz de repeler los líquidos mucho más deprisa, de forma que las gotas rebotan y salen despedidas en un tiempo récord, reduciendo el tiempo de contacto en al menos un 40%. Esta innovación, puede tener interesantes aplicaciones en una variedad de objetos que funcionan mejor secos, como las alas de los aviones.
El tiempo que la gota se mantiene en contacto con una superficie es importante, ya que puede suponer cambios significativos. «Si se puede conseguir que las gotas reboten más rápido, se pueden lograr muchas ventajas», explica Kripa Varanasi, profesor de Ingeniería Mecánica en el MIT. Por ejemplo, resulta fundamental para evitar la acumulación de hielo en las alas de un avión porque cuanto más tiempo permanezca en contacto la gota con el fuselaje, mayor es su probabilidad de congelación.
La sabiduría popular sostiene que la manera de lograr que ese tiempo de contacto sea mínimo pasa por utilizar superficies superhidrófobas de baja adhesión, que suelen ser lisas. Pero el equipo de Varanasi descubrió que el aumento de la superficie de interacción de una forma particular puede acelerar el proceso. Para facilitar esta interacción, los científicos añadieron características como rugosidades, que rompen la simetría de las gotas y pueden servir para dividirlas, provocando su retroceso en formas altamente irregulares.