Por Tian Dongdong
BEIJING, 26 nov (Xinhua) -- Tras acordar la semana pasada en esta capital la hoja de ruta para la cooperación China-Europa con los líderes de la Unión Europea (UE), el primer ministro chino, Li Keqiang, llegó el lunes a Bucarest para realizar una visita oficial a Rumania y reunirse con los líderes de Europa Central y Oriental (ECO).
Esta es una oportunidad dorada para que el premier chino y sus homólogos de los 16 países de ECO discutan sobre una mayor cooperación y forjen vínculos más fuertes en pos del desarrollo común.
El impulso del desarrollo común China-ECO no representa una amenaza para la integridad de la UE, como pudieran temer algunos.
Una mejor relación China-ECO no solo sirve a los intereses fundamentales de los pueblos de ambas partes, sino que resulta también provechosa para el proceso de integración europeo ya que la cooperación con China puede fomentar su economía, que a su vez promovería la entrada de algunos de esos países en la UE.
China y los países de ECO comparten una similitud y complementariedad económica, lo que ha creado condiciones favorables para la cooperación de beneficio mutuo.
Al igual que China, la mayoría de los países de la región atraviesan por una transición hacia la economía de mercado y presentan grandes demandas de reestructuración económica y mejoramiento de las infraestructuras.
A diferencia de China, la mayoría de los países de ECO presentan problemas en materia económica y carecen de experiencia de desarrollo, a la vez que necesitan con urgencia la ampliación de las inversiones para promover el crecimiento económico -un aspecto fundamental para poder ingresar en la UE, que podría ayudarles a desarrollarse a través de un mecanismo de estabilidad.
Pero la actual crisis económica no permite a los motores de la UE, Alemania y Francia, aplicar dicho mecanismo de manera completa y activa, pues también enfrentan una lenta y frágil recuperación económica. Esto ha forzado a los países de ECO más vulnerables económicamente a diseñar un plan B -buscando ayuda fuera del continente europeo.
Entonces aparece un punto de encuentro para la cooperación entre China y los países de ECO: China puede satisfacer sus demandas de desarrollo con sus ventajas en equipos industriales y construcción de infraestructuras, así como en capital y tecnología.
De hecho, desde la celebración del primer foro comercial China-ECO en Budapest en 2011, las dos partes han formado un mecanismo para la cooperación y logrado importantes progresos en comercio e inversión.
En un artículo firmado publicado la semana pasada por el diario británico The Telegraph, Li prometió que China, como siempre, apoyará firmemente el proceso de integración de Europa, destacando que una Europa unida, estable y próspera es de interés para el mundo y China.
Además, una ECO más fuerte es conducente a la prosperidad y el desarrollo comunes de la UE, integrada por 28 naciones.
"Creemos que la cooperación integral entre China y los países de ECO no solo servirá a los pueblos de ambas partes, sino que también proveerá un nuevo ímpetu al crecimiento sólido, equilibrado y sostenible de las relaciones entre China y Europa", aseguró Li en un artículo firmado publicado el lunes por los principales medios de los países de ECO.
Los acontecimientos futuros demostrarán la veracidad de las palabras del primer ministro chino.
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