XI'AN, 19 nov (Xinhua) -- China promoverá tecnologías energéticamente eficientes en 20 fábricas de ladrillos y en la construcción de viviendas en 40 poblados el próximo año como parte de un proyecto piloto destinado a reducir emisiones y ahorrar energía.
La medida se enmarca dentro de un proyecto quinquenal de construcción de edificios energéticamente eficientes en las zonas rurales de China iniciado en mayo de 2010 en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), explicó Liu Shijun, coordinador del proyecto, durante un foro nacional sobre la materia celebrado en Xianyang, provincia noroccidental china de Shaanxi.
Además del PNUD, el proyecto cuenta con el apoyo del Fondo Global para el Medio Ambiente y el Ministerio de Agricultura de China, estos dos últimos con una inversión de 7 millones y 45,36 millones de dólares, respectivamente.
El proyecto ha beneficiado a diez fábricas de ladrillos en la región autónoma uygur de Xinjiang (noroeste) y las provincias de Gansu, Shaanxi (noroeste), Sichuan (suroeste), Jilin (nordeste), Hebei (norte), Hunan (centro), Anhui y Zhejiang (este), dotándolas de una capacidad total de producción anual de 625 millones de ladrillos energéticamente eficientes, precisó Liu en el encuentro de dos días de duración que dio comienzo ayer lunes.
Dichas fábricas pueden ahorrar 78.000 toneladas de carbón y disminuir las emisiones de dióxido de carbono en 195.300 toneladas, agregó Liu.
Además, la puesta en operación de 11 proyectos centrados en el ahorro energético ha beneficiado a unas 5.000 familias rurales, que se han trasladado a viviendas ecológicas más económicas y seguras.
Xu Litong, asesor técnico en jefe del programa, señaló que un 57 por ciento de los nuevos edificios de China están en las zonas rurales. La mayoría se construyen con ladrillos hechos de barro, que además de proporcionar un débil aislamiento, requieren más energía en su fabricación.
Los ladrillos ecológicos que se promueven en China en la actualidad están perforados y hechos con materiales como esquisto, cieno, escorias y desechos industriales o caseros, que además de consumir menos recursos, son también más económicos en el coste de fabricación.
China se está esforzando por aumentar la eficiencia energética y reducir las emisiones en su proceso de crecimiento económico y desarrollo social.
Para 2015, China planea disminuir el consumo energético en un 16 por ciento por unidad de producto interno bruto y en un 17 por ciento las emisiones de dióxido de carbono con respecto a los niveles de 2010, según el XII Plan Quinquenal de Desarrollo (2011-2015).