Los empleadores que se rehúsen a pagar los salarios a sus empleados a través de amenazas o del uso de la violencia podrían enfrentar hasta siete años de prisión en China, reveló hoy el Tribunal Popular Supremo (TPS) del país.
La Ley Penal de China estipula que quienes no paguen los salarios podrían ser condenados a hasta siete años de prisión si el incumplimiento tiene como resultado "graves consecuencias", las cuales no están especificadas en la ley.
Una jurisprudencia publicada hoy por el TPS define que el uso de la violencia o la amenaza de hacerlo por parte de un empleador para no pagar los salarios es una de las "graves consecuencias".
Los trabajadores migrantes son particularmente propensos a sufrir retraso intencional o la negativa al pago de salario a fines de año, cuando desean el pago de su dinero ganado con grandes esfuerzos antes de regresar a sus lugares de origen.
De acuerdo con la jurisprudencia, si se considera que la omisión de los empleadores implica una cantidad comparativamente grande pero no constituye una "grave consecuencia", la parte culpable podría ser condenada a prisión o detención no mayor a los tres años.
La "cantidad comparativamente grande de dinero" generalmente se refiere a por lo menos 5.000 yuanes (804 dólares USA) en un salario de tres meses para un empleado, indica.
Debido a las diferentes condiciones de desarrollo socioeconómico, los tribunales locales podrían aplicar sus propios estándares con respecto a la cantidad de dinero dentro del rango de los 5.0000 y 20.000 yuanes establecido por el TPS, de acuerdo con la jurisprudencia.