La Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp) de México informó el jueves que, en la presente temporada de avistamiento de ballena gris, se tiene registrada la llegada de cerca de 950 cetáceos en la reserva de la Biosfera El Viscaíno, en el estado de Baja California Sur.
De acuerdo con el último censo, en la Laguna San Ignacio, municipio de Mulegé, se contabilizó la presencia de 40 ballenatos y 73 ballenas adultas, mientras que en la Laguna Ojo de Liebre el registro es de 348 ballenatos y 486 ballenas adultas.
La Reserva de la Biosfera El Vizcaíno es un lugar seguro para la protección y reproducción de la ballena gris, es el Area Natural Protegida más grande del país, cuenta con más de dos millones y medio de hectáreas y 5 kilómetros de mar de ambas costas que comprenden diversos ecosistemas.
El secretario de Ambiente y Recursos Naturales, Juan José Guerra Abud, señaló que el gobierno de la República mantiene su convicción de fortalecer la protección a estos cetáceos en cualquiera de sus especies, garantizando su conservación a corto, mediano y largo plazo.
Asimismo, destacó el fomento al turismo de observación en la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, en beneficio del medio ambiente y de las familias que habitan esta importante zona.
La ballena gris nace y se reproduce en las lagunas costeras de Baja California Sur Laguna Ojo de Liebre, Laguna San Ignacio y Bahía Magdalena. La travesía se hace en grupos organizados que salen del Océano Artico, al norte y oeste del Mar de Behring, Alaska; el Mar de Chukchi y el oeste del Mar de Beaufort; corre paralelamente a la costa oeste de Estados Unidos y concluye en las lagunas de Baja California Sur.
Este recorrido comprende una ruta fija de aproximadamente 12.000 kilómetros. Son tres meses de travesía y una extraordinaria puntualidad en su arribo.
Estas lagunas son las preferidas para la reproducción de cetáceos, en sus tibias y someras aguas se lleva a cabo la cópula de estos gigantes marinos. Mientras tanto, las hembras preñadas el año anterior, viajan solitarias a lo profundo de las lagunas para procrear y alimentar a sus crías.
En México, la política de protección de la ballena gris prohíbe su cacería y se trabaja de manera activa con una política de fomento a su conservación y reproducción.