"No se detendrá la reforma y no se detendrá la apertura", prometió Xi Jinping, el nuevo timonel del partido gobernante de China, durante su viaje del 7 al 11 de diciembre a la provincia de Guangdong, en el sur de China.
Esta es la primera gira de inspección de Xi desde que fue elegido el mes pasado secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh).
La elección del lugar de destino fue significativa debido a que Xi siguió los pasos del fallecido ex líder chino Deng Xiaoping, quien en 1992 realizó una gira por el sur, a la floreciente ciudad de Shenzhen y a las ciudades de Zhuhai, Foshan y Guangzhou, la capital provincial.
La reiteración por parte de Xi de la reforma y la apertura durante su gira, transmite una clara señal en el sentido de que la nueva dirigencia del PCCh seguirá con determinación estos principios.
La reiteración representa un llamado de unión para todo el Partido y para el país para que reúna fuerza con el fin de enfrentar los retos.
La reforma y la apertura fueron un gran despertar en la historia del PCCh, así como una acción clave que determinó el destino de la China contemporánea.
Esto resulta clave para alcanzar los objetivos de completar el desarrollo de una sociedad moderadamente próspera cuando el Partido celebre su centésimo aniversario en 2021, y para el desarrollo de un país socialista próspero, fuerte, democrático, avanzado a nivel cultural, armonioso y modernizado cuando China celebre su centésimo aniversario en 2049.
También es clave para concretar la gran renovación de la nación china.
La gente no puede olvidar, a más de tres décadas, que la tercera sesión plenaria del XI Comité Central del PCCh tomó una decisión histórica en 1978 para cambiar la prioridad del Partido hacia la construcción económica, así como la reforma y la apertura. La decisión cambió el destino de la nación.
China se ha convertido en la segunda economía más grande del mundo. El país está marchando sobre el camino irreversible hacia la renovación.