Por Hao Jie
Pekín, 19/03/2014(El Pueblo en Línea)-En 2014, las empresas chinas han seguido invirtiendo con ímpetu en el extranjero, donde se han hecho populares las fusiones y adquisiciones. Lenovo anunció recientemente la compra del Servidor X86 de IBM, el Grupo Wanxiang obtuvo la aprobación para la compra de Fisker Automotive y el Grupo Kinye planea entrar en el mundo del petróleo y gas en Estados Unidos. Todos estos casos demuestran que la economía se recupera y que Estados Unidos se ha convertido en un objetivo importante para la inversión china.
Según las estadísticas publicadas por el Grupo Rhoduim, el año pasado la inversión china en Estados Unidos se duplicó, alcanzando un récord de 14.000 millones de dólares. La inversión extranjera directa de China de empresas privadas también creció rápidamente: antes de 2011, las empresas privadas solo representaron el 30% de la inversión total de China en Estados Unidos; en 2012, esta cifra ascendió al 54%; yen 2013 hasta el 76%. Los sectores de inversión siguen ampliándose cubriendo áreas como la alimentación, los bienes raíces, la energía y la salud.
China se encuentra en un período importante de su reforma económica, y los cambios favorables en las políticas del negocio doméstico proporcionan una buena oportunidad para las empresas que desean invertir en el extranjero. Con el aumento del coste de la mano de obra, el terreno y la administración en China, además de los cambios del valor del yuan, las empresas chinas salen al extranjero en busca de fusiones y adquisiciones con el fin de sacar el máximo provecho a sus inversiones. Al mismo tiempo, el gobierno de China ha reformado el sistema de gestión para la inversión extranjera, simplificando los procedimientos de aprobación y apoyando la inversión extranjera directa.
El ambiente propicio que se vive en el extranjero es también un incentivo para las empresas chinas que desean invertir en el exterior. En primer lugar, desde el estallido de la crisis financiera internacional, la lucha contra el desempleo se ha convertido en una prioridad del gobierno de Estados Unidos. El gobierno de Obama busca crear más oportunidades de empleo a través de la absorción de capital extranjero, proporcionando una situación favorable para las empresas chinas. De hecho, la inversión china está creando una situación en la que ambas partes salen ganando: a finales de 2013, las empresas chinas habían creado más de 70.000 puestos de trabajo en Estados Unidos.
En segundo lugar, la "reindustrialización" es una parte importante de la estrategia de Estados Unidos. Mientras que el gobierno de Estados Unidos mejora el ambiente de negocios para atraer a inversores, los fabricantes de productos de gama alta de China están aprovechando cada oportunidad que se les presenta. Y en tercer lugar, invertir en Estados Unidos ayuda a las empresas chinas a mejorar su investigación y capacidad de diseño, acercándose a los consumidores estadounidenses mediante el desarrollo de canales de distribución y logística local.
El rápido aumento de las inversiones chinas en Estados Unidos tiene su lógica interna. Como mercado más grande del mundo, con la tecnología más avanzada, Estados Unidos seguirá atrayendo las inversiones chinas. Las áreas con el mayor potencial de inversión son la infraestructura, la energía y la fabricación de media y alta gama.