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Éxito de la política exterior proactiva de Xi Jinping

Actualizado a las 19/03/2014 - 16:48
Pekín, 19/03/2014(El Pueblo en Línea)-El primer año de mandato del presidente chino Xi Jinping ha sido uno de los períodos más activos para en política exterior de China. Para defender una política exterior proactiva, Xi inyectó gran energía a la diplomacia china, aunque también debe asegurarse de no entrar en conflictos innecesarios con los países vecinos porque no quiere que su política exterior se vea interrumpida para alcanzar sus dos principales objetivos: la reforma económica y la eliminación de la corrupción.
Palabras clave:Xi Jinping,política exterior
Éxito de la política exterior proactiva de Xi Jinping

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Por Swaran Singh (China Daily)

Pekín, 19/03/2014(El Pueblo en Línea)-El primer año de mandato del presidente chino Xi Jinping ha sido uno de los períodos más activos para en política exterior de China. Para defender una política exterior proactiva, Xi inyectó gran energía a la diplomacia china, aunque también debe asegurarse de no entrar en conflictos innecesarios con los países vecinos porque no quiere que su política exterior se vea interrumpida para alcanzar sus dos principales objetivos: la reforma económica y la eliminación de la corrupción.

Mientras que la política interna proactiva de Xi muestra que es un líder con mentalidad de misionero, ha tenido el mismo éxito en el escenario internacional. El año pasado visitó 14 países y asistió a seise foros multilaterales que incluyen varias reuniones bilaterales. De su primer año como presidente se puede apreciar un patrón de visitas extranjeras dirigidas a la evolución de un nuevo tipo de relaciones entre las principales potencias.

En un nivel más amplio, Xi busca proyectar la política exterior como la locomotora de su “Sueño Chino” o rejuvenecimiento nacional, que pretende mejorar la calidad de vida de la gente, la prosperidad general, y construir una sociedad mejor y el fortalecimiento de las fuerzas armadas.

La primera visita de Estado de XI a Rusia a la semana de asumir el cargo de presidente en marzo del año pasado provocó especulación, críticas sin importancia para China ya que Pekín y Moscú han colaborado estrechamente en muchos campos desde hace décadas y forman a menudo el baluarte contra el gigante político liberal de las potencias occidentales. Tras anunciar Estados Unidos su política de "pivotar hacia Asia" en 2011, China y Rusia acordaron "apoyarse mutuamente para proteger los intereses nacionales de soberanía, seguridad y desarrollo".

La visita de XI a Rusia solo ocho días después de asumir el cargo de presidente de China hizo a los observadores preguntarse cuándo visitaría Estados Unidos. Pero incluso su visita a Rusia no fue un asunto independiente. Su visita a Tanzania, la República del Congo y Sudáfrica, donde Xi asistió a la V Cumbre del BRIC, formaba parte de su primer viaje al exterior como presidente. Pero entonces Xi no eligió Estados Unidos como su próximo destino al exterior; en su lugar visitó Trinidad y Tobago, Costa Rica y México.

XI y Barack Obama finalmente se reunieron en una cumbre informal en Sunnylands, California, en junio de 2013. En la reunión, Xi desmintió las acusaciones de ciberterrorismo de Washington, que salieron a la luz tras las revelaciones del ex agente Edward Snowden sobre el programa de espionaje de la NSA.

Pero a largo plazo, la reunión de Xi y Obama sentó las bases para el desarrollo de un "nuevo tipo de relaciones entre poderes". Un ejemplo de este nuevo tipo de relaciones es la ayuda de China a EE.UU para destruir las armas químicas de Siria.

En el primer año de XI también se ha visto una mejora de los vínculos entre China y Francia. De hecho, China y Francia celebran este año 50 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas. Las relaciones entre China y Francia sufrieron un revés en 2008 cuando el ex presidente francés Nicolas Sarkozy se reunió con el Dalai Lama conociendo el descontento de China. Pero la visita del presidente francés Francois Hollande a China en abril del año pasado, la primera de un líder de una gran potencia occidental después de que Xi asumiese el cargo, cambió las ecuaciones, que mejoró aún más con la visita del primer ministro francés Jean-Marc Ayrault a Pekín en diciembre. Parece que Francia, al igual que Italia y Alemania, quieren hacer uso de su compromiso económico con China para acelerar su recuperación económica. La próxima semana, el presidente Xi visitará Europa, con lo que se consolidarán los logros de los vínculos entre China y Europa alcanzados el año pasado.

En los países vecinos de China, dado el impacto de la política de "pivotar hacia Asia" de EE.UU, Xi parece haber adoptado una doble estrategia de compromiso y no comprometer sus recursos. El anuncio de China de establecer una Zona de Identificación de Defensa Aérea sobre el Mar del Este de China y una Zona de No Pesca en el Mar del Sur de China ha ido acompañado de un programa de cooperación de diez puntos con Vietnam.

XI también ha prestado atención a otros vecinos de China, visitando Kazajstán, Uzbekistán, Turkmenistán y Kirguistán en septiembre. Durante el viaje, Xi asistió a la VIII Cumbre del G20 en San Petersburgo y a la XIII Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai en Bishkek, donde también participó en varias reuniones bilaterales con otros líderes regionales.

En octubre, Xi visitó Indonesia y Malasia, y asistió a la reunión del APEC en Bali, donde de nuevo mantuvo varias reuniones bilaterales. La ausencia de Obama (debido a la paralización administrativa del gobierno de Estados Unidos) en Bali, hizo que Xi fuese el dignatario más visible con efectos positivos para las relaciones China-ASEAN.

El hecho de que en la misma época, el primer Ministro Li Keqiang estuviese en Brunei para asistir a la Cumbre de Asia Oriental, seguido por sus visitas a Tailandia y Vietnam, hizo de China el país internacional del momento.

Pero más que nada, la formación de la Comisión Nacional de Seguridad destaca como el aporte más novedoso de Xi el año pasado. Encabezada por Xi, Li y Zhang Dejiang, presidente del Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo, el Consejo Nacional de Seguridad está dirigido a fortalecer el control civil sobre los militares y componentes de seguridad (especialmente la ciberseguridad) de la política exterior.

Todo lo mencionado anteriormente nos da una idea de cómo los dirigentes de China bajo el gobierno de Xi utilizarán la política nacional y de exterior para resolver los desafíos de China, las relativas sino-japonesas y los lazos de China y la India.

El autor es profesor de Diplomacia y Desarme en la Universidad Jawaharlal Nehru de Nueva Deli.

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