BRASILIA, 4 dic (Xinhua) -- El gobierno de Brasil lanzó hoy miércoles el Plan Nacional de Combate a la Pesca ilegal con la finalidad de inhibir la operación de embarcaciones pesqueras ilegales brasileñas y extranjeras, así como cohibir prácticas predatorias como la pesca con bombas en mar y ríos.
El programa, que involucra a los ministerios de Pesca, Acuicultura, Medio Ambiente, Defensa, Agricultura y Justicia, tendrá como acción inicial el registro de embarcaciones y pescadores, además del refuerzo en la fiscalización por las agencias federales.
Al presentar el plan, el ministro de Pesca, Marcelo Crivella, resaltó el trabajo conjunto de los órganos gubernamentales para "el combate a la pesca ilegal en todas sus formas, sea artesanal o industrial, con el objetivo de garantizar un futuro sustentable para el sector pesquero".
Crivella también presentó el Sello Pesca Legal y un certificado simbolizando la actividad pesquera legal y registrada.
Durante cuatro meses serán realizadas acciones educativas, con campañas públicas y entrega del certificado y el sello a los propietarios de embarcaciones regulares.
Tras ese plazo serán desencadenadas las operaciones de fiscalización en todo el país, con agentes del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) y de la Policía Federal.
El presidente de la Federación Nacional de Pescadores, Abraham Lincoln, destacó que no alcanza con castigar, sino que también debe haber prevención.
"El pescador es un productor de alimentos y no un marginal. Muchos no tienen ni siquiera cuenta bancaria. Es necesario contribuir para que ellos tengan acceso a la legalidad y este es un primer gran paso", afirmó.
El plan combatirá irregularidades como la pesca de arrastre, cerco, bomba, espinel, de malla y trampas, con prioridad para la de arrastre que, cuando se ejerce legalmente, provoca una gran devastación biológica.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), apenas 20 por ciento de la pesca en el mundo es declarada o legalizada.
La proyección para Brasil indica que, como la producción nacional regular es de 1,5 millón de toneladas de peces, podría haber otras 5 millones de toneladas que no serían declaradas, según el ministerio de Pesca.