BEIJING, 30 jul (Xinhua) -- El crecimiento económico de China se ha desacelerado este año, en cuya primera mitad varios de los principales indicadores económicos, incluido el índice de gerentes de compra (IGC), cayeron.
Sin embargo, los economistas dicen que las tasas de crecimiento menores, a pesar de generar nerviosismo entre algunos inversionistas, son una señal bienvenida de que los líderes de Beijing están más enfocados en la calidad y resistencia de la economía que en las metas previas de crecimiento acelerado.
Ellos consideran que el crecimiento chino, aunque es más lento, sigue siendo muy robusto en comparación con las otras economías del mundo.
En una actualización de las Perspectivas de la Economía Mundial publicadas en abril, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó que la economía mundial crecerá en 3,1 por ciento este año.
El FMI pronostica que el crecimiento de China será de 7,8 por ciento, mucho mayor que la previsión de 5 por ciento para las economías emergentes y las economías en desarrollo en general, y un crecimiento de 2 por ciento para Japón, Estados Unidos y Europa.
El economista británico Jim O'Neill, mejor conocido por acuñar el acrónimo del "BRICs", indicó que la economía de China ahora es más de la mitad del tamaño de la de Estados Unidos, lo que significa que "si China crece en 7,5 por ciento... equivaldría a un crecimiento estadounidense de 4 por ciento".
El índice de crecimiento de China y su potencial para generar riqueza sigue sobresaliendo con respecto a otras grandes economías del mundo y seguirá siendo un motor clave para la recuperación económica desde una perspectiva de mediano y largo plazos.
O'Neill calcula que si China crece en 7,5 por ciento anualmente en la década próxima, será una economía de alrededor de 16 billones de dólares USA o más para el 2020, lo que permitirá que su producto interno bruto (PIB) per cápita llegue a entre 12.000 y 13.000 dólares USA.
El enfriamiento económico actual de China es resultado de los ajustes a la política emprendidos por el gobierno, con el objetivo de profundizar la reforma y sentar las bases para el crecimiento sólido futuro.
Como informó el diario "Financial Times", el crecimiento más lento de China ha ocurrido sobre todo como resultado de las políticas gubernamentales destinadas a cambiar el foco a un crecimiento de mejor calidad y no sólo a crecer por crecer.
El crecimiento de mejor calidad exige la toma de decisiones de alta calidad.
En un esfuerzo por alcanzar el camino correcto de desarrollo, el gobierno está anunciando una serie de iniciativas de reforma que son mucho más detalladas, específicas y bien dirigidas que antes para estimular la demanda interna, mejorar la eficiencia económica y el nivel de vida de la población, así como para promover la urbanización.
Associated Press informó recientemente que el gobierno chino ordenó a más de 1.400 compañías reducir la capacidad excesiva, pese al índice de crecimiento económico desacelerado. Las industrias afectadas incluyen a las del acero, cemento, cobre y vidrio.
La reciente acción mostró la determinación de Beijing de seguir adelante con una dolorosa reestructuración económica, indicó.
El "Financial Times" indicó que el gobierno chino ha anunciado un paquete de medidas, calificadas por los economistas como "miniestímulos", para impulsar el crecimiento por medio de la eliminación de impuestos a las empresas pequeñas, reducir los costos para los exportadores y reservar con anticipación fondos para la construcción de vías férreas.
Las medidas están destinadas a reducir el poder del gobierno y a ofrecer a las compañías un mayor espacio para operar, dijo.
En algunas áreas de la economía ya ocurrieron algunos cambios positivos gracias al paquete de estímulo.
El valor agregado de la industria terciaria del país se incrementó 8,3 por ciento anualmente en el primer semestre de este año.
Las ventas al menudeo del país se incrementaron 12,7 por ciento anualmente en el primer semestre, de acuerdo con los datos más recientes del Buró Nacional de Estadísticas.
En ese contexto, algunas agencias mundiales de inversión están empezando a repensar la desaceleración económica de China para evitar reaccionar exageradamente y ajustar sus estrategias de inversión al nuevo ritmo del crecimiento económico chino.
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