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Dimiten dos altos cargos del banco del Vaticano

Actualizado a las 02/07/2013 - 11:06
(SPANISH.CHINA.ORG.CN)- Tal parece que el Papa Francisco está dispuesto a terminar de una vez y rápido con los escándalos del banco del Vaticano. Jorge Mario Bergoglio, ha decidido descabezar el banco del Vaticano para ponerlo de facto, bajo sus órdenes, apenas a unas cuantas horas de la detención de monseñor Nunzio Scarano, el alto prelado que junto con un ex agente de los servicios secretos italianos y un corredor de bolsa, intentó fletar un jet desde Suiza con 20 millones de euros.
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(SPANISH.CHINA.ORG.CN)- Tal parece que el Papa Francisco está dispuesto a terminar de una vez y rápido con los escándalos del banco del Vaticano. Jorge Mario Bergoglio, ha decidido descabezar el banco del Vaticano para ponerlo de facto, bajo sus órdenes, apenas a unas cuantas horas de la detención de monseñor Nunzio Scarano, el alto prelado que junto con un ex agente de los servicios secretos italianos y un corredor de bolsa, intentó fletar un jet desde Suiza con 20 millones de euros.

La Santa Sede ha anunciado la dimisión del director general del Instituto para las Obras de Religión (IOR), Paolo Cipriani, y del vicedirector, Massimo Tulli. En un comunicado oficial el Vaticano dijo que “tras muchos años de servicio, los dos han tomado esa decisión en el mejor interés del instituto y de la Santa Sede”.

“El Consejo Superior” continuaba la nota, “y la Comisión de Cardenales han aceptado las dimisiones y han pedido al presidente del IOR, Ernst von Freyberg, que asuma de manera interina las funciones de director general con efecto inmediato”. Además precisa que ya habían sido informadas tanto la comisión de investigación creada por el Papa el miércoles pasado, como la Autoridad de Información Financiera (AIF), el organismo creado en 2010 para vigilar la transparencia financiera de la Santa Sede.

El alemán Von Freyberg estará ayudado por Rolando Marranci, que asumirá provisionalmente la vicedirección y Antonio Montaresi, responsable de proyectos especiales. Ambos tienen experiencia en bancos de Estados Unidos e Inglaterra; Voy Freyberg fue nombrado por Benedicto XVI, horas antes de dejar de ser Papa, en sustitución de Ettore Gotti Tedeschi, el anterior presidente.

De esta manera concluyen unas horas especialmente duras en el Vaticano en general y en el IOR en particular, según fuentes de la Santa Sede. Especialmente al comprobar que, tras la detención de un alto miembro de la Curia, por parte de la Guardia de Finanzas – la policía fiscal italiana- el Vaticano no intentaba rescatarlo y además, de forma explícita, se ponía a disposición de las autoridades italianas.

Esa declaración del portavoz vaticano, el padre Federico Lombardi, suponía de hecho un cambio de época. Los corruptos con sotana no solo irían al infierno, sino también a la cárcel. Porque, además, la historia de la detención de Scarana no es la de la típica manzana podrida que, una vez apartada, deja de contaminar a las demás. De la investigación de las fiscalías de Roma y de Salerno se desprende que Monseñor 500 (como llamaban a monseñor Scarano por su disponibilidad de billetes púrpuras) manejaba gran cantidad de dinero, de inmuebles, de acciones y de títulos gracias en gran medida a la opacidad mítica del IOR, un banco que, tras los muros del Vaticano, sigue ofreciendo a sus clientes la misma confidencialidad que el más oscuro de los paraísos fiscales. Y solo con cruzar el Tíber.

Los escándalos del banco del Vaticano centraron buena parte de las congregaciones generales, las reuniones que celebran los cardenales antes del cónclave.Los días siguientes a la renuncia de Benedicto XVI, estuvieron marcados por el robo de documentación secreta y las peleas de poder entre distintas facciones de la Curia, por lo que durante esos días ls cardenales estadounidenses y el propio Bergoglio se encargaron de intervenir muy notoriamente a favor de la limpieza de la Iglesia. Claramente el IOR era el lugar que se necesitaba limpiar más urgentemente, dado que durante las últimas décadas había venido intoxicando la labor de la Iglesia. Sin embargo, entre los riesgos de emprender una operación tan arriesgada junto con la lentitud tradicional eclesiástica, nadie creyó que aquellas buenas intenciones se pusieran en marcha tan pronto.

A pesar de esto, las continuas sospechas de corrupción, aunadas al constante discurso del papa Francisco – “deseo una Iglesia pobre y para los pobres que salga de los palacios y vaya a las periferias”- se logró el milagro. El miércoles pasado,el Papa emitió un mensaje bastante claro y tajante con el nombramiento de una comisión de investigación sobre el banco del Vaticano. No solamente reformar el IOR para que “los principios del Evangelio impregnen también las actividades de carácter económico y financiero”; los investigadores también denotaron su rotunda decisión. Bajo la dirección del cardenal salesiano Raffaele Farina trabajarían un cardenal francés, Jean-Louis Touran, una mujer laica, la profesora estadounidense, Mary Ann Glendon, el arzobispo español Juan Ignacio Arrieta y el teólogo estadounidense Peter Bryan Wells.La consigna fue la mano dura. Hechos, no palabras. Nadie le toma el pelo al Papa.

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