El ministro de Agricultura de Brasil, Jorge Mendes Ribeiro, restó importancia hoy al veto a la carne vacuna brasileña que aplicaron varias naciones, tras detectarse un caso atípico del mal de las vacas locas, y aseguró que el restablecimiento de las exportaciones es "sólo cuestión de tiempo".
"Es una acción que los países adoptan como defensa para el público interno, después hacen estudios, comprueban que Brasil está cimentado y proceden a la liberación. Es sólo una cuestión de tiempo, es el juego", dijo el ministro a la estatal Agencia Brasil.
Afirmó que el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff ha establecido contactos con cada uno de los países que han cerrado sus mercados a la carne vacuna brasileña.
"Hemos conversado país a país, pero tenemos procedimientos externos que requieren ser respetados. Estamos haciendo contactos internacionales definitivos. Brasil cumplirá todo mandato que requiera ser cumplido y defenderá lo que le corresponde", añadió.
Por ahora, diez países mantienen la prohibición de importar carne bovina brasileña, entre ellos, Arabia Saudita, Japón y China, con motivo del anuncio realizado, el pasado 7 de diciembre, por las autoridades de Brasil de un caso "no clásico" de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), enfermedad conocida como "mal de las vacas locas".
El caso fue detectado en un animal muerto en 2010 en el estado de Paraná.
A pesar del anuncio, la Organización Mundial de la Salud Animal (OIE) mantiene a Brasil en la categoría de país de riesgo insignificante de "mal de las vacas locas", que es transmisible a los seres humanos como enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
Estas declaraciones del ministro de Agricultura se producen una semana después de que altos funcionarios del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil advirtiesen de que el país podría recurrir a la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra el embargo de varios países a la carne vacuna brasileña.