Shanghai, metropolis ubicada en el este de China, ha vuelto a ser "la mejor ciudad para negocios" del país tres años después de que hubiese perdido el título frente a la sureña Guangzhou, de acuerdo con la última encuesta publicada por la revista Forbes.
El cambio en la clasificación muestra el descenso de competitividad de las ciudades del sur de China, cuya actividad económica depende mayormente de las exportaciones, afectadas gravemente por la lenta recuperación global.
La mencionada lista, elaborada por la revista Forbes y dada a conocer el miércoles en Changsha, capital de la provincia central de Hunan, incluye cien ciudades chinas de las que evalúa ocho factores relativos a la potencia comercial, tal como la mano de obra, el transporte, los costes, la innovación y el tamaño de la economía privada.
Guangzhou y Shenzhen, ambas de la provincia de Guangdong y que ocuparon el primer y segundo puestos respectivamente en la lista en la edición pasada, cedieron su puesto este año a Shanghai y Hangzhou, ciudades situadas en el este del país.
No obastante, las ciudades situadas en regiones costeras han bajado en la clasificación como consecuencia de los crecientes costes operacionales y la baja velocidad del crecimiento en estas áreas desarrolladas, además de por una mayor exposición a los altibajos de la economía mundial.
Entre las ciudades con costes de operación más elevados, ocho de las primeras diez se ubican en provincias costeras, encabezadas por Beijing, Shanghai y Tianjin.
En comparación, las ciudades del centro suben de posición por sus adecuados recursos laborales, unos costes de operación más bajos y unos mejorados sistemas de transporte.
Zhou Jiangong, editor en jefe de la edición en chino de la revista Forbes, dijo que la lista de 2012 es un reflejo de la transformación económica y la transferencia industrial del país asiático.
En su opinión, las regiones centrales de China concentran la población, los recursos, la mano de obra y el talento, por lo que se convierten en centros de logística. Además, Zhou pronostica que las ciudades centrales podrían sustituir a las actuales principales como las de mayor velocidad de crecimiento.
De acuerdo con el análisis de Forbes, Suzhou se coloca como la ciudad más innovadora, reemplazando a Shenzhen por primera vez, como resultado de un importante incremento en el número de solicitudes y licencias de patente.
Las ciudades de China occidental, como Lanzhou, capital de Gansu, y Urumqi, capital de la región autónoma uygur de Xinjiang, aparecen por primera vez en la lista, aunque sus niveles de consumo e innovación están muy por debajo de los de las ciudades centrales, según el informe de Forbes.
"El nivel general de urbanización de China todavía es bajo en comparación con el de Estados Unidos o Japón, por eso, el potencial sigue siendo enorme", destacó Zhou Qiren, profesor de la Universidad de Peking.
Zhou sugirió que se reduzca el papel que juega el gobierno en el desarrollo urbanístico, ya que ello ha conducido a una incorrecta asignación de recursos, como en el caso de proyectos que no están en consonancia con los movimientos de la población. Además, en opinión del profesor, China debería reconsiderar su estrategia urbanística, que se concentra principalmente en el desarrollo de ciudades pequeñas, y reconducirla hacia el desarrollo de mayores urbes.
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