17/02/2013 (El Pueblo en Línea) -En el plano general de las potencias globales, los países emergentes desempeñan un papel cada vez más importante. Aunque estos países todavía se encuentran en la etapa de adaptación y coordinación, pero ya no se trata de una adaptación o aceptación pasiva, sino un aprovecho de sus propios derechos más activamente.
En el recién inicio del nuevo año, las palabras “regiones vacías” aparecen con mucha frecuencia en los pronósticos de la situación internacional. La revista “Economist” de Gran Bretaña manifestó en su comentario de previsión del año 2014 que en todas las regiones donde se retira la potencia de EE.UU., se percibe un “vacío insaludable”.
Aumentan las preocupaciones. Cuando el presidente Obama confirmó que el ejército de la OTAN encabezada por EE.UU. se va a retirar de Afganistán antes de los finales del año presente, se percibieron las señales de que Washington desviaba su atención a los problemas interiores. A los países occidentales que durante muchos años dependían del liderazgo de los EE.UU. les preocupan no sólo la retirada de Washington, sino también la decadencia de su propias autoridades.
La retirada de los EE.UU. no fue iniciada en el año 2013 sino mucho antes. Como manifestó el economista estadounidense Rocky, desde hace mucho tiempo ya existían los peligros del vacío estratégico y el cortoplacismo. La causa escencial de la retirada es el cambio de la distribución de las potencias. Cualquier sea el resultado de este cambio, lo que podemos asegurar ahora mismo es que los EE.UU. ya se encuentra en una época de ajuste.
Como el país más poderoso del mundo tanto en economía como en asuntos militares, la ajustación de Washington supone que transferiría gradualmente las responsabilidades a otros países. En el sistema actual, los conflictos políticos dentro de EE.UU. también causarán que sus decisiones sean más orientadas hacia el interior. El país se vería afectado cada día más por los juegos de las potencias políticas interiores en muchos problemas importantes internacionales.
Desde esta perspectiva, la opinión de “regiones vacías” representa las consideraciones de los países occidentales sobre la transferencia del poder, basadas en el sistema actual orientado por EE.UU., reflejando el conocimiento y la valuación básica del Occidente a los problemas internacionales. Por otra parte, también reflejan la mayor dificultad de la modificación y reforma del mecanismo de gobernación internacional en el futuro. En este sentido, la verdadera causa de las preocupaciones de los países occidentales es la dependencia de costumbre del liderazgo de los Estados Unidos durante tanto tiempo. Cuando ya no pueden tener ilusiones a la super potencia de EE.UU. y el derecho de palabras imponentes que contrae, y tienen que cooperar con los países de mercados emergentes para formar un nuevo mecanismo de solución de los problemas regionales y globales, están un poco confundidos.
En realidad, el “vacío” es una falsa impresión. En el plano general de distribución de potencias que influye la estructura global, los países de mercados emergentes están desempeñando un papel cada vez más importante. Aunque estos países todavía se encuentran en una etapa de adaptación y coordinación, ya no se trata de una adaptación y aceptación pasiva, sino aprovechan sus derechos activamente. La gobernación económica global ya muestra una tendencia hacia un nuevo equilibrio más justo y más razonable, y el desarrollo y gobernación del mundo en futuro también necesitan la participación de los países de mercados emergentes.
No existe ningún vacío de poder. Lo que pasa es que algunos poderes se disminuyen y algunos otros se desarrollan. Estamos en una época de transición de lo viejo al nuevo con respecto al concepto y manera de gobernación, y este proceso está lleno de juegos y choques de intereses e ideas. El problema consiste en quede hoy en adelante los asuntos internacionales no se pueden decidir sólo por algunos pocos países, y al mismo tiempo los países de mercados emergentes también tienen que asumir más responsabilidades mientras que participan más activamente en la gobernación.
Los países occidentales tienen que respetar la tendencia de cambio de la estructura global, contribuir positivamente a la ajustación de la gobernación global mediante los intercambios y las cooperaciones más activos con los países de mercados emergentes, así a lo mejor podrán encontrar de nuevo unas posiciones correspondientes a sus potencias en la escena mundial.
A su vez, los países de mercados emergentes necesitan mejorar contínuamente su capacidad y nivel de gobernación y cooperación, basándose en los principios básicos internacionales, promover la solución de los problemas enfocados, construir un orden internacional más justo y razonable, y contribuir a la paz, la estabilidad y el desarrollo del mundo.
En este mundo nunca existía en sentido verdadero “regiones vacías”, si es necesario advertir a la sociedad internacional que se encuentra en una época de transición sensible, tenemos que reiterar que respetar a la tendencia es la manera más sabia y más práctical.