Estados Unidos está decepcionado por la visita del primer ministro japonés, Shinzo Abe, a un controversial santuario de guerra, indicó hoy el Departamento de Estado.
"Nos decepciona que la dirigencia de Japón haya tomado una medida que agravará las tensiones con los vecinos de Japón", dijo en conferencia de prensa la vocera del departamento, Marie Harf, quien agregó que "nuestro mensaje es muy claro dados los términos que elegimos".
La visita de Abe al santuario de Yasukuni, que honra a los muertos japoneses en la guerra, incluyendo a 14 criminales de guerra de primer nivel de la Segunda Guerra Mundial, ha generado la condena mundial y en las críticas de funcionarios y de los medios se ha advertido del impacto adverso que tendrá la visita sobre la paz y la estabilidad regionales en el este de Asia.
Estados Unidos espera que Japón y sus vecinos "encuentren una manera constructiva de lidiar con temas delicados del pasado, que sigan mejorando sus relaciones y que promuevan la cooperación para impulsar todos nuestros objetivos compartidos en la región", dijo Harf.
Harf señaló que Estados Unidos tomó nota de la "expresión de remordimiento por el pasado (de Abe) y de su reiteración del compromiso de Japón con la paz".
Estados Unidos y Japón, "un aliado y amigo valioso", están concentrados en el avance de la relación y en la manera en que Japón y otros países de la región pueden trabajar juntos de manera más constructiva, dijo Harf.