El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó hoy en términos enérgicos el ataque con cohetes lanzados desde el sur del Líbano a Israel e hizo un llamado a todos los actores para que ejerzan "el máximo autocontrol".
De acuerdo con una declaración emitida en la sede de la organización por el vocero de Ban, hoy por la mañana dos cohetes lanzados desde el área general de El Khiam, en el sur del Líbano, impactaron en las cercanías de Kiryat Shimona, en el norte de Israel. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) respondieron con 32 ataques de artillería directamente contra la zona desde la que fueron lanzados los cohetes.
Hasta ahora no se han reportado víctimas o daños y nadie se ha adjudicado la responsabilidad por el ataque con cohetes.
"La UNIFIL (Fuerza Provisional de Naciones Unidas en el Líbano), en cooperación las fuerzas armadas libanesas, está investigando el incidente", dijo Ban, quien exhortó a "todos los actores a ejercer el máximo autocontrol y a evitar nuevos incidentes con posibilidad de desestabilizar y agravar la situación en la región".
De acuerdo con la declaración, el secretario general de la ONU agradeció la cooperación tanto de las autoridades libanesas como de las israelíes con los esfuerzos de la UNIFIL encaminados a evitar una mayor escalada de este incidente, así como su continuo compromiso con el cese de las hostilidades a lo largo de la Línea Azul que separa al Líbano de los territorios ocupados por Israel.
El ataque con cohetes de hoy ejemplifica la volatilidad de la frontera israelí-libanesa, la cual ha permanecido en calma en gran medida desde el último enfrentamiento entre Israel y la milicia chiita Hizbulá en 2006.
En agosto, cuatro cohetes Katyusha fueron disparados desde la ciudad libanesa de Tiro hacia el norte de Israel, lo que provocó un ataque israelí en represalia cerca de Beirut.