Por Yang Dingdu y He Guanghai
TEHERAN, 18 dic (Xinhua) -- En el año de 2013, el mundo ve la creciente esperanza de que la cuestión nuclear de Irán salga del punto muerto en el que ha permanecido estancada durante una década, tras alcanzarse un acuerdo interino en Ginebra a finales del pasado mes de noviembre.
Irán y el grupo P5+1 (integrado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -Reino Unido, Rusia, China, Francia y Estados Unidos- más Alemania) anunciaron el 24 de noviembre que habían llegado a un acuerdo tras cinco días de conversaciones en Ginebra.
De acuerdo con el pacto, Washington y sus aliados levantarán parte de las sanciones impuestas contra Irán en los campos de petróleo, oro, petroquímica, industria automotriz y aviación civil, por valor estimado en unos 7.000 millones de dólares.
A cambio, Teherán se comprometió a detener el enriquecimiento de uranio por encima del 5 por ciento y a eliminar su arsenal de uranio enriquecido a cerca del 20 por ciento diluyéndolo o convirtiéndolo. Ambas partes han dicho que el acuerdo es "un primer paso importante para la construcción de la confianza".
Sin embargo, el 12 de diciembre Estados Unidos incluyó en una lista negra a más empresas e individuos sospechosos de haber eludido las sanciones contra Irán o apoyado su programa nuclear.
En respuesta, el equipo negociador nuclear iraní a nivel de expertos suspendió las conversaciones con los representantes de las potencias mundiales en Viena y regresaron a Teherán para realizar más consultas con su gobierno.
PRIMER PASO ADELANTE
El presidente iraní, Hassan Rouhani, afirmó que se ha dado el primer paso en las últimas conversaciones para construir la confianza entre Irán y las potencias mundiales, pero admitió que "aún hay mucho camino por recorrer para llegar a una (relación de) confianza".
Rouhani dijo en una conferencia de prensa que Irán está dispuesto a despejar todas las dudas existentes sobre su programa nuclear, y que el reciente pacto declara explícitamente que la república islámica puede continuar con sus actividades de enriquecimiento de uranio.
Al calificar el acuerdo de un reconocimiento de los derechos iraníes de enriquecimiento de uranio y un "éxito" para el equipo negociador iraní, el mandatario manifestó su esperanza de que el convenio abra "nuevos horizontes" para su país.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, también elogió el pacto nuclear y anotó que los logros conseguidos en las conversaciones, incluyendo el reconocimiento internacional de los derechos iraníes a las actividades nucleares y de enriquecimiento, y los beneficios económicos posteriores, han sentado una base para el futuro desarrollo iraní.
Asimismo, enfatizó que la resistencia a las "exigencias excesivas" de algunas potencias ha sido y será siempre el criterio a seguir para los funcionarios iraníes.
El canciller iraní, Mohammad-Javad Zarif, indicó que "el enriquecimiento de uranio en Irán será parte de cualquier solución" a la cuestión nuclear del país islámico, y agregó que el acuerdo entre Irán y las potencias mundiales también ayudaría a mantener la paz en la región.
El pacto marca una nueva era después de 35 años de las políticas en contra de Estados Unidos y de Occidente, puestas en práctica desde la revolución islámica. Si bien no es un cambio de sentido, esto significa que por lo menos Irán está revisando sus políticas exteriores previas, dijo a Xinhua Sadeq Zibakalam, profesor de política de la Universidad de Teherán.
En su opinión, el convenio fue un éxito y podría traer beneficios a Irán tanto a corto como a largo plazo.
A corto plazo, Irán logrará el desarrollo económico, especialmente en sus esfuerzos para frenar la inflación y estabilizar los tipos de cambio, con la liberación de sus activos en el exterior y el levantamiento parcial de las sanciones contra las industrias bancaria y del petróleo.
A largo plazo, el impacto será enorme, ya que las empresas extranjeras volverán a Irán, las sanciones en su contra se aliviarán más, las relaciones entre Teherán y los países occidentales continuarán mejorando, y las inversiones foráneas entrarán en el país, particularmente en el sector energético.
CAMINO ESCABROSO POR RECORRER
Sin embargo, las discrepancias han ido surgiendo después de que se alcanzara el acuerdo.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Marzieh Afkham, declaró que el "Documento Informativo" publicado por la Casa Blanca sobre el acuerdo nuclear es una interpretación unilateral del documento alcanzado en Ginebra, según el canal de televisión iraní, Press TV.
Asimismo, algunos legisladores iraníes de línea dura criticaron el acuerdo de manera abierta y lo calificaron de inconveniente.
"El ministro de Exteriores iraní tiene una versión sobre el acuerdo y el secretario de Estado estadounidense tiene otra. El presidente estadounidense reclama otra cosa. La paradoja es evidente en los programas de televisión de Irán", indicó el miembro del Parlamento, Hamid Rasaee, quien consideró el acuerdo "veneno" para la república islámica.
Otro legislador de línea dura, Mehrdad Bazrpash, señaló que "de acuerdo con las noticias dadas a conocer, el derecho de Irán a enriquecer uranio no ha sido garantizado claramente en el documento, mientras que esto se encuentra entre las líneas rojas (exigencias inamovibles) del país".
Sus declaraciones se produjeron en respuesta a la persistencia de algunos funcionarios de que ese derecho ha sido asegurado en los documentos acordados en el pacto.
El legislador Ruhollah Hosseinian señaló durante una sesión del Majlis (Parlamento iraní) que en el acuerdo se incluyen declaraciones ambiguas y condicionales acerca del enriquecimiento de uranio de Irán, lo que se teme podría provocar la paralización del programa nuclear de la república islámica.
Por su parte, Israel, que ha declarado en repetidas ocasiones su firme oposición al programa nuclear iraní, advirtió que su gobierno no estaría vinculado al acuerdo.
En tanto, muchos congresistas estadounidenses también se mostraron escépticos en cuanto al pacto acordado en Ginebra. Tanto demócratas como republicanos están presionando para que se aumenten las sanciones sobre Teherán, pese a la resistencia de la administración Obama.
"Se deben atestiguar las promesas de Occidente. Si Occidente no puede cumplir su parte del trato, expondrá su verdadera naturaleza hacia el pueblo iraní", comentó Seyed Mohammad Marandi, investigador del Instituto de Estudios de Norteamérica y Europa de la Universidad de Teherán.
Marandi dijo a Xinhua que un pacto de corto plazo no equivale a una solución al punto muerto entre Irán y Occidente.
Una solución a largo plazo, que debe reconocer los derechos nucleares de Irán y levantar totalmente las sanciones en su contra, aún no está a la vista. "Esta cuestión no puede ser resuelta a menos que Occidente cambie su actitud y detenga su discriminación contra Irán", añadió.