NACIONES UNIDAS, 8 abr (Xinhua) -- La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés) reabrirá el martes sus instalaciones en la Franja de Gaza después de algunos días de cierre por las manifestaciones en contra de los recortes a la ayuda, dijo hoy en la sede de la organización el portavoz adjunto de la ONU, Eduardo del Buey.
"Tomando como base las garantías que ha recibido de diferentes partes locales, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) volverá a abrir sus instalaciones en la Franja de Gaza a partir de mañana, martes 9 de abril", dijo Del Buey durante la sesión informativa diaria en la sede de la organización.
"La Agencia para los Refugiados Palestinos fue obligada a cerrar sus oficinas de distribución y asistencia la semana pasada debido a continuas manifestaciones que afectaron sus operaciones, lo cual entorpeció la capacidad de la agencia para proporcionar los muy necesarios servicios y suministros de asistencia a los refugiados palestinos en Gaza", dijo el portavoz.
La UNRWA cerró 22 centros de distribución de alimentos en el enclave costero el jueves después de que furiosos manifestantes irrumpieron de forma violenta en su sede principal en la ciudad de Gaza.
Las protestas violentas se produjeron después de que la organización humanitaria de la ONU suspendió su ayuda monetaria a 21.000 familias de Gaza por causa del déficit de 6,8 millones de dólares de su presupuesto anual.
UNRWA reemplazó la ayuda monetaria con un programa de empleo temporal para 10.000 familias, pero los palestinos dijeron que el programa no duraría mucho.
UNRWA proporciona educación, atención médica y alimentos a los refugiados palestinos que viven en la Franja de Gaza, Cisjordania y los países árabes vecinos.
"Aunque la agencia entiende la frustración de la población, intensificada por el endurecido bloqueo en la Franja de Gaza, y respeta el derecho a las manifestaciones pacíficas, la Agencia para los Refugiados Palestinos debe garantizar la seguridad de su personal", dijo Del Buey. UNRWA reafirma que aunque está reabriendo sus instalaciones ahora, si su personal o sus instalaciones son amenazados o si sus operaciones son entorpecidas por los manifestantes en el futuro, se verá forzada a cerrar de nuevo esas instalaciones".