ALMATY, 7 abr (Xinhua) -- Tanto Irán como las potencias mundiales necesitan tanto sinceridad como sabiduría política para llegar a un acuerdo en sus prolongadas conversaciones sobre el polémico programa nuclear iraní.
Irán y el grupo P5+1, integrado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania, "se mantienen alejados en esencia" después de acabar el sábado con dos días de negociaciones en la ciudad kazaja de Almaty.
Afortunadamente, sabiendo que cualquier fracaso de la diplomacia podría amenazar la paz y la estabilidad en Oriente Medio, seguramente el trozo de tierra más políticamente volátil del planeta, ninguno de los participantes en las conversaciones de Almaty ha cerrado la puerta a conseguir un acuerdo con Teherán a través de la diplomacia.
La profunda desconfianza mutua ha sido una de las principales razones por las que no se han conseguido avances en las conversaciones nucleares que ya se extienden durante más de ocho años.
Irán asegura que su programa de energía nuclear es enteramente pacífico, y que cualquier mecanismo para solventar el tema nuclear debería pasar por reconocer el derecho de Teherán de llevar a cabo actividades de enriquecimiento de uranio para uso civil.
Algunas potencias occidentales, sospechando que Irán ha estado trabajando de manera ilícita para fabricar una bomba nuclear, han urgido al país islámico a responder a una propuesta revisada que pide a Teherán que suspenda su enriquecimiento de uranio y cierre su planta de enriquecimiento en Fordow a cambio de un levantamiento parcial de las sanciones impuestas contra el país.
Fuera de la sala de conferencia, la sospecha de Israel, principal enemigo de Irán en Medio Oriente, aumenta debido a la falta de resultados tangibles.
Preocupado de que un Irán nuclear perjudique a su seguridad, Israel ha amenazado anteriormente con llevar a cabo ataques aéreos para impedir que Irán obtenga armas nucleares. Está incluso en desacuerdo con su aliado, EEUU, sobre cuanto tiempo se necesita para tomar acciones militares preventivas si falla la vía diplomática.
En un momento en el que está claro que las diferencias sobre los puntos clave no pueden reducirse, se necesita sinceridad para construir la confianza entre las partes para celebrar negociaciones que lleven a tomar un primer paso.
Las potencias mundiales deben reconocer el derecho de Irán, un signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear, al uso pacífico de la energía nuclear.
Por su parte, Irán debe cumplir sus deberes y obligaciones para cooperar con las partes concernientes y las organizaciones internacionales para esclarecer las dudas sobre su programa nuclear.
Además, todas las partes involucradas deben recurrir a la sabiduría política y comprometerse a considerar las preocupaciones e intereses de cada parte.
Tratar de manera inapropiada el asunto nuclear podría aumentar las posibilidades de conflicto en Oriente Medio, cuya paz y estabilidad es de gran importancia, debido a que por la abundancia de petróleo e inestabilidad política de la zona, y afecta a la gente que vive en casi todas partes del globo.
Resolver el asunto nuclear iraní tratando tanto los síntomas como la raíz beneficia no solo a la república islámica sino también a la paz y la estabilidad mundiales.