El personal de la oficina del primer ministro de Israel en Jerusalén, uno de los sitios más fuertemente custodiados del país, reprobaron un simlacro encaminado a detectar fallas de seguridad, informaron hoy medios locales. Un oficial de seguridad, que se hizo pasar por un representante sindical que indagaba sobre condiciones laborales, recientemente telefoneó a varios administradores de quienes logró obtener información sobre los protocolos de seguridad supervisados por Shin Bet.
Según informes, un empleado reveló detalles críticos como el número de guardias en cada turno, el tipo de armas que portan y los métodos de revisión de los vehículos que ingresan a las instalaciones, informó el diario Yedioth Aharonot.
Otros revelaron procedimientos relacionados con los patrullajes de rutina y las áreas en las que el personal de seguridad se encuentra desarmado, se indicó en el informe.
Fuentes de la oficina señalaron que el simulacro dejó al descubierto "la facilidad intolerable" con la que los empleados parlotean sobre asuntos clasificados. En un simulacro separado realizado recientemente, un oficial de seguridad en ropas civiles logró introducir un paquete a las instalaciones con la excusa de que regresaría para recuperar un objeto personal.
No se tomó ninguna medida punitiva contra el personal que reprobó el simulacro, pero se afinaron los reglamentos que prohíben de manera estricta discutir información clasificada, informó el diario.