BRASILIA, 14 abr (Xinhua) -- El opositor Partido Socialista Brasileño (PSB, izquierda) anunció hoy lunes en esta capital su fórmula integrada por el ex gobernador de Pernambuco, Eduardo Campos, como precandidato a la Presidencia del país, y por la ex senadora Marina Silva, para vicepresidenta, para disputar las elecciones de octubre.
La fórmula debe ser oficializada en junio, durante la Convención Nacional del PSB, cuando las candidaturas presidenciales deben ser homologadas por la Justicia Electoral.
La fórmula Campos-Silva cuenta con el apoyo, además, del partido Red Sustentabilidad, del Partido Popular Socialista (PPS) y del Partido Patria Libre (PPL).
Según analistas, el anuncio de la fórmula no impide que las candidaturas puedan ser invertidas, es decir, que sea encabezada por Silva como aspirante a la Presidencia, hasta 20 días antes de la primera vuelta electoral, prevista para el 5 de octubre.
En la última encuesta del instituto Datafolha, divulgada la semana pasada, Silva cosechaba un caudal de votos muy superior al de Campos.
Según el sondeo, la presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), tiene 38 por ciento de las intenciones de voto, seguida por el candidato del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), Aecio Neves, con 16 por ciento, y Campos, con 10 por ciento.
Si Silva liderara la fórmula socialista, Rousseff obtendría 39 por ciento de intenciones de voto, seguida por Silva, con 27 por ciento, y Neves con 16 por ciento.
Las encuestas indican que la ex senadora y ex ministra de Medio Ambiente del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) continúa manteniendo un fuerte apoyo popular, tal como en las elecciones de 2010, cuando recogió 19,6 millones de votos como candidata del Partido Verde (PV).
Silva iba a presentar su propia candidatura por el Red Sustentabilidad, pero al no conseguir las firmas necesarias para registrarlo ante la Justicia Electoral, decidió afiliarse al PSB en octubre del año pasado.
El PSB dejó en septiembre la base de apoyo del gobierno de Rousseff, y entregó todos los cargos que ocupaba en el primer escalón de la administración federal, con fuertes críticas a la política económica.
Cerca de 140 millones de electores brasileños están convocados a las urnas el 5 de octubre para elegir, además de presidente, gobernadores, diputados y senadores.
En los casos en que sea necesario una segunda vuelta -cuando los candidatos no alcancen la mayoría con más de 50 por ciento de los votos emitidos-, el proceso ocurrirá el 26 de octubre.