RIO DE JANEIRO, 6 mar (Xinhua) -- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró hoy que el tráfico de personas, crimen todavía presente habitualmente en Brasil "es difícil de combatir", aunque destacó los esfuerzos del Gobierno para investigar y combatir "sistemáticamente" la práctica.
"El tráfico de personas todavía es un crimen difícil de combatir. Sus víctimas tienen miedo y vergüenza de denunciar esas prácticas", escribió Rousseff en su cuenta en la red social Twitter.
La presidenta de Brasil recordó que el Gobierno del país sudamericano tiene desde 2006 una política para investigar y combatir "sistemáticamente" este crimen, "que afecta principalmente a mujeres jóvenes", y aseguró que los denunciantes cuentan con un servicio telefónico específico para transmitirle datos a la policía.
Las palabras de Rousseff se producen después de que el Episcopado de Brasil lanzara una campaña para combatir el tráfico de personas. "Es decisiva la participación de la sociedad por medio de campañas como esta del Episcopado", escribió Rousseff en Twitter.
Durante la presentación de la campaña, realizada este miércoles, la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB, Episcopado) denunció que "el tráfico humano es hoy, con seguridad, fruto de la cultura que vivimos".
Por su parte, el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, también presente en el acto, calificó como "inaceptable" que "las personas sean tratadas como objetos, como esclavos". "No importa la modalidad de este crimen, tiene que ser objeto de una reacción muy fuerte de la sociedad moderna, del estado moderno", denunció.