QUITO, 27 feb (Xinhua) -- Un Tribunal Penal de Ecuador sentenció hoy con tres años de prisión al ex militar Fidel Araujo, por el delito de incitación en la revuelta policial ocurrida el 30 de septiembre de 2010 y que el gobierno juzgó como un intento de golpe de Estado.
El abogado defensor de Araujo, Reinaldo Zambrano, difundió la condena luego de recibir una notificación del Tribunal Quinto de Garantías Penales de Pichincha, cuya capital es Quito, a cargo del caso.
La sentencia se dictó casi cuatro meses después de que se celebró la audiencia de juzgamiento contra Araujo, un mayor del Ejército en retiro y ex militante del opositor partido Sociedad Patriótica. El Tribunal Quinto de Garantías Penales de Pichinchal lo declaró culpable del delito que se le imputa, tras recabar la versión de testigos, entre ellos, del ministro del Interior, José Serrano, quien actuó como demandante.
Zambrano rechazó la sentencia al afirmar que no está debidamente fundamentada.
"No hay ni una sola prueba testimonial que demuestre alguna comunicación (de Araujo) con la fuerza pública, ni se ha comprobado si Araujo se reunió con alguien de la fuerza pública", señaló al anunciar que solicitará un recurso de ampliación y revisión de la sentencia.
El abogado agregó que apelará la condena ante la Corte Provincial de Pichincha.
Se trata de un nuevo fallo contra el ex militar, quien en marzo de 2011 resultó absuelto por el mismo caso tras el dictamen de primera instancia de otro tribunal que declaró libre de cargos a Araujo luego de que permaneció detenido durante seis meses.
Sin embargo, la Segunda Sala Penal de la Corte Provincial de Pichincha declaró nula la decisión y lo llamó nuevamente ante los tribunales, entonces se reabrió el proceso por el supuesto delito de incitación a la rebelión e indisciplina de la fuerza pública.
El 30 de septiembre de 2010, cientos de policías protestaron en el Regimiento Quito número uno, en rechazo a una ley de servicio público que derogaba varios beneficios para la institución.
La protesta derivó en agresiones contra el presidente Rafael Correa, quien acudió al lugar para explicar los alcances de la normativa.
Según los demandantes, Araujo estuvo en las afueras del cuartel policial para incitar la revuelta, versión que el acusado negó.
La rebelión, que se extendió a otras provincias, se salió de control y llevó a Correa a refugiarse en un hospital de la policía, donde estuvo retenido durante más de nueve horas.
Correa logró salir del nosocomio tras una operación militar, en medio de un intenso tiroteo con policías.
El suceso dejó cinco muertos y más de 200 heridos, según el gobierno, que acusó a grupos opositores y a "malos policías" de haber instigado la revuelta.