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La participación de Estados Unidos en el golpe militar de Chile en 1973

Actualizado a las 12/09/2013 - 12:26
SANTIAGO, 11 sep (Xinhua) -- Chile conmemora hoy el 40 aniversario del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 que derrocó al presidente Salvador Allende, elegido democráticamente en 1970, y en el cual está confirmada la participación de Estados Unidos.
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SANTIAGO, 11 sep (Xinhua) -- Chile conmemora hoy el 40 aniversario del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 que derrocó al presidente Salvador Allende, elegido democráticamente en 1970, y en el cual está confirmada la participación de Estados Unidos.

Los documentos desclasificados en 2009 de los archivos de los organismos de inteligencia de ese país confirman los esfuerzos de Washington por, primero, evitar la toma de posesión de Allende en 1970; segundo, su apoyo a la guerra sucia que se desencadenó tras asumir la presidencia y, tercero, el apoyo a los golpistas.

Esto ha sido recordado en estos días en Chile por algunos medios de prensa, y el propio presidente Sebastián Piñera, quien dijo que "hubo participación de organismos de Estados Unidos en el golpe militar de 1973 y me parece muy mal".

Para nadie es un secreto que la asunción del régimen militar, encabezado por el general Augusto Pinochet, que se mantuvo en el poder hasta 1990, fue el producto de una prolongada campaña del gobierno estadounidense de manipulación política y desestabilización en Chile.

Está confirmado que, en 1964, ya la administración del presidente Lindon Johnson invirtió 10 millones de dólares en una campaña secreta para asegurar la elección del demócrata cristiano, Eduardo Frei, como presidente contra el candidato del Partido Socialista, Salvador Allende.

En aquella época estaba en su apogeo la Guerra Fría: la confrontación ideológica entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética, que en América Latina cobró fuerza tras el triunfo de la Revolución Cubana, que dio su apoyo solidario a Allende.

Durante la presidencia de Richard Nixon, en 1970, el secreto 'Comité 40', una organización presidida por el secretario de Estado, Henry Kissinger, junto con funcionarios de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y del Pentágono, decidió que una intervención electoral masiva probablemente provocaría una fuerte reacción.

El embajador estadounidense en Chile, Edward Korry, recomendó una urgente operación secreta de la CIA para preparar un preventivo golpe de estado militar.

"No veo porqué tenemos que mantenernos al margen y observar a un país convertirse en comunista debido a la irresponsabilidad de su propio pueblo", afirmaba entonces Kissinger, quien, junto al director de la CIA, Richard Helms, bloquearon el propuesto golpe por considerarlo irrealizable antes de las elecciones.

Allende obtuvo la victoria en las elecciones sobre la base de un programa de reformas con medidas populares, teniendo como primer objetivo recuperar el cobre, que estaba en manos extranjeras.

Durante tres años, su gobierno debió enfrentar a la fuerte oposición de derecha y también de la Democracia Cristiana, partido de centro y vinculado a la Iglesia Católica, que había gobernado entre 1964 y 1970.

Durante este período hubo seis tentativas fracasadas de golpe por parte de la derecha, la mayoría de ellas con ayuda directa del gobierno estadounidense.

Los bancos congelaron créditos y el gobierno de Estados Unidos congeló la ayuda económica a Chile, mientras el Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales, dominadas por Washington, cancelaban préstamos al gobierno chileno.

La empresa ITT formó un comité de representantes de corporaciones estadounidenses para fraguar una estrategia contra Allende, de la mano con la administración Nixon.

Agentes de la CIA fueron enviados a Chile para sabotear la economía y fomentar un movimiento de oposición contra el gobierno chileno, como la masiva huelga de camioneros que paralizó prácticamente el transporte del país.

La implicación de Estados Unidos en el planeamiento del golpe de 1973, el cual fue codificado FUBELT, había comenzado incluso antes de la victoria de Allende. Un grupo de oficiales que trabajaban bajo la dirección de la CIA llevó a cabo el asesinato de general Rene Schneider, un oficial constitucionalista, con el que se buscaba un golpe militar.

Un cable de la CIA del 16 de octubre de 1970, divulgado bajo el Acta de Libertad de Información, explica los objetivos del gobierno estadounidense:

"Es la firme y continua política que Allende sea derrocado por un golpe (...) Debemos continuar generando la presión máxima hacia este fin utilizando todos los recursos apropiados. Es imprescindible que estas acciones sean ejecutadas clandestinamente y bajo seguridad para ocultar bien la mano americana y del USG".

La CIA estableció una organización fascista, Patria y Libertad, dirigida por Federico Willoughby McDonald, quien después sería el secretario de prensa de Pinochet. También pagó a los medios de prensa chilenos para que mantuvieran una campaña de propaganda hostil contre el gobierno popular.

Esa organización paramilitar derechista patrocinó la operación Djakarta, un plan para el asesinato de líderes del gobierno de Unidad Popular. El nombre de la organización era para honrar al éxito más sangriento de la CIA: el golpe militar en Indonesia en 1965, durante el cual un millón de personas fueron asesinadas.

Según los documentos, la CIA ayudó a los militares chilenos a elaborar listas de personas a ser exterminadas.

El 10 de septiembre de 1973, un día antes del golpe, los nombres de 3.000 líderes de alto nivel y 20.000 de nivel medio de organizaciones populares, grupos de derechos y libertades civiles, partidos políticos izquierdistas, etc. fueron distribuidas a las escuadrillas de la muerte. Prácticamente todo aquél que no huyó del país fue cazado y asesinado.

Según cifras oficiales, en Chile fueron asesinados más de 3.000 personas, 1.200 aún están desaparecidas y más de 30.000 fueron torturadas.

En testimonio posterior ante un Comité del Congreso de Estados Unidos, el antiguo director de la CIA, Guillermo Colby, dijo que las ejecuciones en masa habían logrado "algún bien" al hacer la guerra civil en Chile inverosímil.

El período que va desde 1970 hasta la caída de Allende y los 17 años del régimen militar dejaron a un Chile dividido, que aún no se recupera de los traumas causados por la represión y falta de justicia para castigar a los responsables de los crímenes y aún Estados Unidos no se ha disculpado por su injerencia en este país.

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