RIO DE JANEIRO, 10 sep (Xinhua) -- El gobierno brasileño anunció hoy la creación de un grupo de trabajo que tendrá la misión de elaborar medidas destinadas a mejorar la defensa cibernética del país, con el fin de protegerlo del espionaje electrónico.
El llamado Grupo de Trabajo de Defensa Cibernética será integrado inicialmente por especialistas del Ministerio de Defensa, que podrán convocar a investigadores y técnicos de otros organismos públicos o privados que puedan ofrecer ayuda en la tarea, según fuentes oficiales citadas por la estatal Agencia Brasil.
La creación del organismo fue anunciada tras las denuncias según las cuales la agencia estadounidense de seguridad NSA espió las comunicaciones electrónicas y telefónicas de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y de la petrolera estatal Petrobras, mayor empresa del país.
Las denuncias fueron realizadas por medios brasileños de comunicación con base en documentos entregados por el exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos Edward Snowden al periodista estadounidense Glenn Greenwald, columnista del diario británico The Guardian.
Según la determinación del Ministerio de Defensa, el grupo de trabajo tendrá un plazo de 60 días para concluir sus actividades y entregar un informe final.
El gobierno brasileño viene exigiendo del estadounidense explicaciones sobre las actividades de espionaje supuestamente contra Brasil.
Rousseff, que había manifestado su indignación por la supuesta violación de sus correos electrónicos, reiteró esta semana su exigencia de explicaciones tras las informaciones de que Petrobras también fue blanco del espionaje.
"Los intentos de violación y espionaje de datos e informaciones son incompatibles con la convivencia democrática entre países amigos, siendo claramente ilegítimos", según un comunicado divulgado el lunes por la Presidencia.
"Si se confirman los datos divulgados por la prensa, queda evidente que el motivo de los intentos de violación y espionaje no es la seguridad o el combate al terrorismo, sino intereses económicos y estratégicos", agrega la nota.
Luego de que Brasil convocara la semana pasada al embajador de Estados Unidos en Brasilia, Rousseff aprovechó un encuentro que tuvo con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en San Petesburgo (Rusia), para discutir personalmente el asunto.
El mandatario estadounidense, según el gobierno brasileño, se comprometió a investigar lo ocurrido y dar explicaciones.