El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Antonio Patriota, informó hoy que envió un pedido formal de explicaciones al canciller británico William Hague sobre la detención en el aeropuerto de Heathrow del brasileño David Miranda el pasado domingo.
En declaraciones divulgadas por la agencia oficial Brasil, Patriota dijo que espera informaciones detalladas sobre el episodio.
Miranda, de 28 años, es compañero del periodista Glenn Greenwald, quien publicó en el diario británico "The Guardian" documentos que demuestran la estrategia de ciberespionaje del gobierno de los Estados Unidos, provistos por el ex agente de inteligencia Edward Snowden.
El brasileño había viajado a Alemania para encontrarse con la periodista Laura Poitras, quien realiza una investigación sobre las denuncias de espionaje, y fue detenido en Heathrow durante una escala de su vuelo de regreso a Brasil.
Según él, agentes de Scotland Yard le hicieron preguntas detalladas sobre su vida particular y le secuestraron su computadora, teléfono celular, cámara fotográfica y otros equipamientos electrónicos, además de su pasaporte.
En la tarde del domingo, Itamaraty divulgó una nota en que calificó la prisión de "injustificable", por tratarse de "un ciudadano brasileño sobre quien no pesa ninguna sospecha de relación con el terrorismo u otra actividad ilícita".
El lunes, Patriota y Hague mantuvieron una conversación telefónica sobre el tema, y el embajador británico Alexander Ellis fue convocado por Itamaraty, la cancillería brasileña, para expresar la insatisfacción del gobierno sobre lo ocurrido.
Miranda fue detenido en base a la Cláusula 7 de la ley antiterrorismo británica, que autoriza a la policía a detener cualquier persona en la frontera sin exigencia de causa probable por hasta nueve horas.
La ley establece que el detenido debe responder a todas las preguntas, inclusive sin contar con un abogado presente, y es considerado crimen si la persona demorada se niega a responder a las preguntas o no coopera plenamente con la policía.
Los abogados de Miranda y Greenwald presentaron el martes un recurso ante la Justicia británica para impedir que los datos del laptop y los equipamientos electrónicos confiscados sean utilizados por el gobierno.
Según ellos, los agentes que detuvieron al brasileño en ningún momento hicieron preguntas sobre alguna organización terrorista, sino apenas sobre el trabajo de Greenwald, sobre la documentarista Poitras y sobre "The Guardian", lo que mostraría que se trató de un intento de intimidación a la prensa.