El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, reiteró hoy el apoyo del foro hemisférico a los esfuerzos que realiza el gobierno salvadoreño para reducir la violencia.
Insulza sostuvo una reunión privada con el presidente salvadoreño, Mauricio Funes, para conversar sobre el proceso de pacificación a partir de la llamada tregua entre pandillas vigente desde marzo del año pasado.
"Ustedes saben que la OEA ha tenido una participación también en el proceso que se abrió con la tregua entre las principales maras del país", dijo el político chileno durante una exposición breve ante la prensa.
"Creemos que es un proceso que ha dado resultados. Estamos conscientes que como lo ha dicho el subsecretario de Seguridad Multidimensional de la OEA, Adam Blackwell, es un proceso que siempre tendrá altibajos", añadió.
"Pero para nuestra organización lo principal es la reducción sustantiva de la cantidad de homicidios que se están produciendo en El Salvador en los últimos dos años", resaltó Insulza.
El secretario general de la OEA también sostuvo una reunión con el obispo castrense, Fabio Colindres, y el ministro de Defensa, el general David Munguía Payés, quien es considerado como el artífice de la tregua.
Ante los cuestionamientos sobre la transparencia del armisticio entre las bandas rivales en países como Honduras y El Salvador, donde la 18 y la Mara Salvatrucha han cesado su guerra territorial, Insulza afirmó que este solamente es un paso.
"Claro, la discusión dentro de los países va más hacia los temas de cada día. Pero nosotros tenemos la obligación de mirar el cuadro en el que se da y la gran pregunta es ¿día a día cuánta gente era asesinada o moría en enfrentamiento o por los homicidios hace menos de dos años atrás?", inquirió el jefe de la OEA.
"Esa cantidad de vidas que se han salvado es un esfuerzo muy importante. Nosotros hemos valorado especialmente la iniciativa de los municipios libres de violencia", añadió.
De hecho, Insulza planea reunirse con los alcaldes y líderes comunales de Ilopango, Quezaltepeque y la Libertad, que fueron declarados meses atrás como municipios libres de violencia.
Hace dos semanas, Blackwell visitó Ilopango, a diez kilómetros al este de la capital, donde participó en un acto de entrega de calzado para niños y un sistema purificador de agua a familiares de miembros de la 18.
En las cárceles de El Salvador, están recluidos poco más de 10.000 pandilleros, mientras que en barrios y calles permanecen libres cerca de 60.000, según cálculos policiales.
Asimismo, una investigación realizada por el Ministerio de Justicia y Seguridad a lo largo del último año reveló que hay 470.000 personas vinculadas de una u otra manera a la economía pandillera que gira en torno a las extorsiones y el control del narcomenudeo.
La tregua entre los mareros fue clave para reducir la carnicería que cobró la vida de 14 personas al día. Dos meses posteriores al acuerdo, los asesinatos bajaron a un promedio de entre cinco y seis.