Una controversial medida adoptada por el gobierno para prohibir la celebración del carnaval de Haití en la capital e impedir la actuación de algunos grupos musicales en el desfile principal, opacó hoy el inicio de uno de los más importantes eventos culturales del país.
El primer ministro, Laurent Lamothe, llamó este domingo al pueblo haitiano a mantener la calma y a expresar su solidaridad en las fiestas de carnaval que tienen lugar en la ciudad de Cabo Haitiano, 174 kilómetros al noroeste de Puerto Príncipe, hasta el próximo martes bajo el lema en créole: "Yon ayisyen, yon pye bwa, ann pote cole" ("Un haitiano, un árbol, juntémonos").
Lamothe dijo en un comunicado al que tuvo acceso Xinhua, que la "cultura es uno de los sectores claves para el desarrollo económico y social del país", por lo que invitó a los haitianos a entretenerse "fraternalmente" y a rechazar la violencia en todas sus formas durante estas fiestas populares.
La alcaldesa de Puerto Príncipe, Marie Joseph René, con el apoyo del gobierno del presidente Michel Martelly, prohibió la circulación de comparsas y de bandas musicales y habilitó en su lugar tres pantallas gigantes para que la población observe las actividades que se realizan en Cabo Haitiano.
La medida fue criticada por diversos sectores como el partido Organización del Pueblo en Lucha (OPL) que denunció la "actitud autoritaria" de las autoridades locales para limitar las fiestas a un solo lugar y llamó a la ciudadanía a rechazarla.
"La desobediencia civil es un arma que tenemos que llevar a cabo de manera pacífica contra la tentación totalitaria", indicó OPL en un comunicado.
Además, diversas organizaciones denunciaron que el presidente Martelly excluyó "personalmente" a varios grupos del desfile de carnaval de Cabo Haitiano, debido a algunos de ellos son críticos de su administración.
La celebración del carnaval se inició este sábado con un baile de gala encabezado por el presidente Martelly y su esposa, la primera dama Sophia Saint Rémy, que se llevó a cabo en las ruinas del palacio Sans Souci, construido por el rey Christophe en 1806, cerca de Cabo Haitiano.
Durante la velada, el jefe de Estado, ataviado con un traje color kaki del siglo XIX, interpretó varias canciones con el acompañamiento de una orquesta.
Este domingo, primer día del evento, el desfile recorrió los casi dos kilómetros que comprende el bulevar de Cabo Haitiano, donde cientos de trabajadores terminaron de habilitar el lugar esta misma semana.
El carnaval de Haití demandó este año un presupuesto de 197 millones de gourdes (4,6 millones de dólares), de los cuales 4,1 millones fueron destinados a Cabo Haitiano.
El año pasado, alrededor de trescientas mil personas participaron en los tres días que duró el carnaval según cálculos de las autoridades, que además se realizó por primera vez fuera de Puerto Príncipe, en la ciudad de Les Cayes, 200 kilómetros al suroeste de la capital haitiana.