(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Nuevo portazo a cualquier posibilidad de negociar con Argentina el asunto de la soberanía de las islas Malvinas. El primer ministro británico, David Cameron, respondió a la presidenta del país sudamericano, Cristina Fernández, que el futuro del disputado archipiélago del Atlántico Sur “debe ser decidido por los propios isleños”.
En una carta abierta publicada como un anuncio en la prensa británica, Fernández había pedido a Cameron que acatase la resolución de la ONU de 1965 que insta a los dos países a negociar la soberanía de las islas. Pero el líder británico se limitó a recordar que cada vez que a los malvinenses “se les ha pedido su opinión, han dicho que querían mantener su estatus actual con el Reino Unido”.
La carta de la mandataria argentina recuerda que “hace 180 años, un 3 de enero como hoy, en un evidente ejercicio de colonialismo del siglo XIX, Argentina fue despojada por las armas de las islas Malvinas, situadas a 14.000 kilómetros de la ciudad de Londres”.
“Los argentinos de las islas fueron expulsados por la Armada Real Británica y más tarde Reino Unido inició un proceso de implantación de población similar al utilizado en otros territorios bajo dominio colonial”, añade el documento.
Pero antes que Cameron, una portavoz del Foreign Office respondió que Londres no negociará hasta que se lo pidan los 3.140 malvinenses, “que han elegido ser británicos”. No se puede, dijo, ignorar su opinión, por lo que “hay tres partes en este debate, no dos como pretende Argentina. Los isleños no pueden ser borrados de la historia”.
No lo ve igual Buenos Aires, que desconoce el derecho a la autodeterminación de los malvinenses teniendo en cuenta varias resoluciones de los años 60, en pleno proceso de descolonización mundial, que piden a ambos países negociar la soberanía del archipiélago.
“La cuestión Malvinas es también una causa de América Latina y de la inmensa mayoría de los pueblos y Gobiernos del mundo que repudian el colonialismo”, escribe Fernández.
El 3 de enero de 1833 el capitán británico John Onslow, al mando de la fragata Clio, tomó posesión de las islas Malvinas, que se encontraban hasta entonces bajo dominio de Argentina. Una semana antes, el gobernador argentino del territorio, Luis María Vernet, había huido del archipiélago después de un devastador ataque de una corbeta norteamericana, reseñó El País.
Al principio, los británicos no hallaron resistencia, pero en agosto de 1833 debieron enfrentar una rebelión de los argentinos que se habían radicado en las islas que habían sido colonia española hasta la independencia del país sudamericano, en 1810. Aquella revuelta liderada por Antonio Rivero, El Gaucho, fue sofocada en enero de 1834.
No obstante, el Gobierno malvinense alega que no había población nativa en las Malvinas cuando los británicos las ocuparon en 1833.
En la actualidad solo 29 argentinos nacidos en el continente viven en el archipiélago, pero se mantienen al margen del conflicto.
Desde 2011, Argentina viene desplegando una estrategia para conseguir adhesiones concretas de Latinoamérica para su causa y ha logrado que todos los países sudamericanos se comprometieran a rechazar en sus puertos a barcos con la bandera malvinense.
En 2012 se cumplieron 30 años de la guerra de las Malvinas, cuando la última dictadura militar argentina intentó sin éxito recuperar las islas.