Las autoridades brasileñas detuvieron hoy a ocho personas, entre ellas cinco agentes de policía, acusadas de formar parte de una organización criminal que extorsionaba empresarios en Río de Janeiro.
En una operación conjunta entre la Policía y el Ministerio Público del Estado de Río de Janeiro, fueron arrestados cuatro investigadores de la Comisaría de Represión a los Robos de Cargas de la Policía Civil, un agente de la Policía Militarizada, un ex policía civil, un exagente de la Policía Militarizada y un miembro del Cuerpo de Bomberos.
Todos ellos están acusados de formar parte de un grupo que se dedicaba a utilizar la estructura del Estado para practicar crímenes como el robo de cargas de camiones, la recepción de productos robados y la extorsión de comerciantes.
Tras una investigación que duró cerca de un año, se constató que los policías corruptos usaban un camión estacionado en el patio de la comisaría para esconder productos robados que habían sido recuperados en operaciones de sus compañeros y en el que fueron encontrados una carga de textiles y toneles.
Además, los investigadores afirmaron que la banda cobraba extorsiones semanales de comerciantes a cambio de no inspeccionar las cargas que llegaban a Río de Janeiro y que carecían de la documentación exigida.
También extorsionaba a empresarios a los que les retenían cargas por cualquier irregularidad en la documentación.
"Se trataba de una organización grande. Identificamos al menos 22 integrantes cada uno con su papel, desde abordar a las víctimas con armas de fuego y mantener personas en cautiverio, hasta escoltar camiones y recibir los objetos robados", declaró el responsable de la investigación, el comisario Fabio Cardoso.
El mando policiaco aseguró que la banda también exigía dinero a comerciantes para no realizar allanamientos en locales que servían de depósito de productos de contrabando.
Las autoridades también solicitaron el arresto de algunos comerciantes, entre ellos los propietarios de un restaurante y de una farmacia, acusados de comercializar los productos robados.
A inicios de este mes, las autoridades de Río de Janeiro habían arrestado a 59 policías acusados de recibir sobornos de narcotraficantes para no reprimir la venta de drogas.
Los detenidos en la operación de hace dos semanas fueron sindicados de favorecer al Comando Vermelho (Comando Rojo), la mayor organización criminal de Río de Janeiro.