Las ayudas sociales son el principal problema político de Portugal, debido a que los portugueses quieren recibirlas pero se niegan a pagarlas, señaló hoy el ministro de Finanzas, Vítor Gaspar.
El funcionario señaló que "la adecuación de las prestaciones del Estado a lo que la sociedad portuguesa está dispuesta a pagar es el problema político más urgente", y agregó que "no es posible financiar las prestaciones sociales que la sociedad no está dispuesta a pagar".
Gaspar hizo estas declaraciones durante una intervención ante la comisión parlamentaria para el acompañamiento del programa de asistencia financiera en el seno de la Asamblea de la República.
En febrero de 2013, el gobierno conservador de Lisboa tendrá que presentar un programa para recortar 4.000 millones de euros permanentes del gasto público.
Debido a ello, el primer ministro socialdemócrata Pedro Passos Coelho y el ministro de Finanzas han afirmado en varias ocasiones en el último mes que será necesario llevar a cabo en Portugal una "reforma profunda del Estado social", que afectará a áreas como la salud y la educación.
La propuesta para recortar estos 4.000 millones de euros del gasto público tendrá que ser presentada ante la "troika", formada por el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante la próxima evaluación periódica.
Por ahora, el Partido Socialista portugués -principal partido de la oposición- se niega a debatir nuevas medidas para poder llevar a cabo estos recortes.
En tanto, el ministro de Finanzas portugués optó por no hacer pronósticos sobre cuándo será el momento en que se producirá el punto de inversión en la economía portuguesa.
"En escenarios de crisis como el actual, no hay posibilidad de garantizar con certezas cuáles serán los resultados del ajuste", afirmó el ministro.
"Nunca tuve pretensiones de tener proyecciones infalibles", añadió Gaspar, quien insistió en que "el país todavía vive una situación de crisis y emergencia".