El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró hoy que su país es el "más exitoso en la lucha contra el narcotráfico" e indicó que la solución definitiva al flagelo debe venir de esfuerzos conjuntos de todos los países.
Santos hizo esta declaración durante un foro en el Congreso de Colombia con motivo del Día Internacional de la Lucha contra la Corrupción e indicó que mientras se da una discusión a nivel mundial sobre la eficacia de la actual política antidrogas, su país seguirá la lucha contra el narcotráfico de manera contundente.
Santos aseguró que la política antidrogas diseñada y ejecutada por Colombia es "tal vez la más afectiva del mundo entero", entre otras razones porque ha atacado todos los eslabones de la cadena, desde la producción, el procesamiento y el tráfico, así como actividades del crimen organizado como el lavado de dólares.
"Toda la cadena. Casi que nos hemos especializado en cada uno de los eslabones. Y hemos sido bastante efectivos, porque ya no existen los grandes carteles. El problema que teníamos de una democracia casi que arrodillada frente a los carteles, eso ya no es una realidad", indicó.
Añadió que ya no existen los grandes capos sino carteles pequeños diseminados por todo el territorio que usan a las bandas criminales para sus actividades ilícitas.
Refirió de igual forma una iniciativa para abrir la discusión mundial en la que se busquen mejores alternativas en la lucha contra las drogas, después de 50 años de haber declarado esa lucha en las Naciones Unidas.
Santos se refirió a un documental sobre el tema que se dio a conocer la víspera en el Reino Unido y que apareció junto con una carta pública firmada por él y otros líderes mundiales.
En la Carta Pública de la Fundación Beckley, cuyo primer firmante es Santos, se afirma que "cincuenta años después de que fuera lanzada la Convención Unica sobre Estupefacientes de las Naciones Unidas en 1961, la guerra global contra las drogas ha fracasado, y ha tenido numerosas consecuencias involuntarias y devastadoras a nivel mundial".
Añade que "el uso de los estupefacientes controlados más importantes ha aumentado, y su suministro es más barato, más puro y más accesible que nunca".
Los firmantes también sostienen que la lucha contra las drogas le cuesta al contribuyente mundial sumas billonarias cada año, y hay millones de personas en prisión por delitos relacionados con estupefacientes, la mayoría consumidores y traficantes menores.
Además resalta que la corrupción entre políticos y los encargados de velar el cumplimiento de la ley, especialmente en los países productores y de tránsito, se ha extendido como nunca, poniendo en peligro la democracia y la sociedad civil.