El ministerio de Salud Pública de Uruguay confirmó la entrada en vigencia hoy de la ley que permite el aborto en las 12 primeras semanas de gestación, siempre que la mujer cumpla con ciertos requisitos.
"Todos los centros de salud del país están aptos para comenzar el proceso de interrupción del embarazo en mujeres que estén interesadas", dijo la coordinadora del Area de Salud Sexual y Reproductiva del ministerio, Leticia Rieppi.
La norma comenzará a regir este lunes 10 días después de la difusión del decreto reglamentario y no el próximo miércoles por aspectos formales, versión que dio a conocer esta mañana la Junta Nacional de la Salud.
La ley establece que la mujer podrá interrumpir su embarazo de manera voluntaria, luego que un equipo interdisciplinario (ginecólogo, psicólogo y asistente social) le informe alternativas como la adopción y cumplido un lapso de reflexión de cinco días después de esa consulta.
Rieppi explicó al servicio de prensa oficial que ese proceso de entrevistas debe realizarse en un lapso no superior a los siete días.
"Las instituciones han tenido una buena receptividad" para planificar la instrumentación, señaló la funcionaria, a la vez que se mostró confiada en que no se presenten "problemas graves" de aplicación.
Según la reglamentación, las instituciones podrán presentar una "objeción de ideario" para quedar eximidas de realizar abortos, intención que ya anunciaron las mutualistas Círculo Católico y Hospital Evangélico.
La norma aclara que "la interrupción voluntaria del embarazo no será penalizada" para "el caso que la mujer cumpla con los requisitos" mencionados durante las 12 semanas de gravidez.
La iniciativa fue aprobada en octubre pasado por el parlamento con la mayoría de los votos del oficialista Frente Amplio (FA).
El presidente uruguayo José Mujica dijo la semana pasada que analiza apoyar la campaña de firmas para convocar a un referendo que defina el futuro de la ley para que "la gente vote".
"Esta decisión debió estar en manos del pueblo y no del parlamento", aseguró Mujica, quien apoya la ley.
Con esta ley, Uruguay se convirtió en el segundo país latinoamericano, después de Cuba, en aceptar la interrupción voluntaria del embarazo por la mujer.