(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Cinco Gobiernos de la Unión Europea (UE), Reino Unido, Francia, Suecia, Dinamarca y España, presentaron su protesta ante los embajadores de Israel acreditados en cada capital por la construcción de 3.000 nuevas viviendas en asentamientos israelíes en el territorio palestino de Cisjordania y la retención de los fondos que Tel Aviv recauda en nombre de la Autoridad Palestina.
Aunque los 27 no se manifestaron de manera conjunta, también Alemania e Italia criticaron las medidas de castigo anunciadas contra Palestina por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, una vez que la ONU votó mayoritariamente a favor de la solicitud presentada por la Autoridad Nacional Palestina (APN), para ser reconocida como Estado observador no miembro.
Medios europeos calificaron la actuación concertada de Londres, París, Estocolmo, Copenhague y Madrid como blanda y precisaron que si realmente se quería ejercer presión sobre Israel, lo indicado hubiera sido llamar a consulta a sus propios embajadores en Tel Aviv.
Al explicar su protesta, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, tachó de “enorme torpeza” las represalias aprobadas por Netanyahu, ya que van “en la dirección contraria a la que hay que ir para lograr la paz”.
En Londres, el responsable de la misma cartera, William Hague, declaró que “los asentamientos israelíes son ilegales bajo la ley internacional y socavan la confianza entre las partes” y advirtió que su país, que optó por la abstención durante el sufragio llevado a cabo en la ONU, tomará medidas “más duras” si Israel sigue adelante con sus planes.
Los nuevos asentamientos, afirmaron en Londres, no son solo una maniobra para partir en dos el territorio palestino en Cisjordania y hacer inviable un futuro Estado, sino una represalia por la votación de la Asamblea General.
Preocupados por la decisión de Netanyahu aseguraron también estar el presidente francés, François Hollande, y el primer ministro italiano, Mario Monti, durante la cumbre franco-italiana de Lyon. Ambos pidieron a Israel que renuncie a construir nuevos asentamientos en los territorios ocupados, al considerar que es contrario a la solución del conflicto.
Espero que no se construyan las 3.000 viviendas anunciadas en las “zonas que no están previstas para este tipo de instalaciones y que ponen en entredicho la posición de la comunidad internacional sobre los dos Estados”, dijo Hollande en la rueda de prensa de la cumbre franco-italiana de Lyon.
Por su parte, medios alemanes destacaron la contundencia con la que abordó el tema la canciller de su país, Angela Merkel, al pedir a Israel que renuncie a las nuevas colonias en vísperas de la visita que Netanyahu tiene previsto hacer a Berlín.
También se mostró crítico el Gobierno ruso, que instó a Tel Aviv a “revisar los anunciados planes sobre la construcción de asentamientos y a reanudar la transferencia de fondos” al Gobierno de Mahmud Abbas.
Los tibios pronunciamientos no parecen haber sido tomados muy en cuenta por el Ejecutivo israelí que sigue con sus planes de expandir los asentamientos, incluida la polémica zona conocida como E-1.
El objetivo de esa medida, explicaron fuentes del Gobierno, es “enviar un mensaje a los líderes palestinos de que no pueden actuar de forma tan hostil y esperar que Israel no vaya a responder”.
No obstante, matizaron que la idea no es empezar a construir, que de momento lo único que se plantean es “mapear y distribuir las zonas de E-1”, unos 12 kilómetros de terreno situados en Cisjordania y cuya urbanización torpedearía la futura creación de un Estado palestino, debido a su ubicación estratégica.
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