Unos 10.000 soldados portugueses participaron este sábado en una protesta en Lisboa en contra de los Presupuestos Generales para 2013, que fueran aprobados en el Parlamento portugués el pasado 31 de octubre.
Las tres asociaciones de militares de Portugal se unieron para protestar y dejarle claro al gobierno --liderado por el primer ministro socialdemócrata Pedro Passos Coelho-- que "Portugal es un país independiente" y que ellos también están en contra de la austeridad.
El programa de recortes a los programas sociales y de austeridad fueron impuestos al gobierno de Lisboa por el programa de ayuda externa de la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea).
La concentración de militares comenzó en la Plaza del Municipio, en donde se sitúa el ayuntamiento de la capital lusa, y después realizaron un desfile silencioso hacia la Plaza de los Restauradores, símbolo de la Independencia de Portugal.
Allí se congregaron los cerca de 10.000 soldados, según datos de la organización, en silencio, donde se escucharon los acordes de la canción portuguesa Grandola Vila Morena, contraseña de la Revolución de los Claveles el 25 de abril de 1974, y protagonizada por los capitanes portugueses.
En su discurso en la Plaza de los Restauradores, Manuel Cracel, presidente de la Asociación de Oficiales de las Fuerzas Armadas (AOFA), dijo que "nunca pensé que el país llegase al estado al que ha llegado".
Para este coronel portugués, la propia "soberanía nacional está en peligro", porque "está en peligro la Constitución".
En ese sentido, los militares portugueses pidieron al presidente de Portugal, el conservador Aníbal Cavaco Silva, que no apruebe los presupuestos generales para 2013.
Asimismo, le pidieron al presidente que solicite la fiscalización preventiva de los presupuestos por parte del Tribunal Constitucional, para ver si las medidas de austeridad incluidas y en concreto, el elevado aumento de impuestos, viola la Carta Magna portuguesa.
Al finalizar su discurso, el coronel Cracel dijo que "las tensiones sociales que se viven en Portugal pueden terminar en protestas", y además dejó claro que "los militares no serán nunca elementos de represión de los ciudadanos".
Por su parte, Antonio Lima Coelho, presidente de la Asociación Nacional de Sargentos (ANS), asociación que también participo en la protesta, dijo que sienten "indignación por la forma como están siendo tratados" y criticó la "obstinación e intransigencia de nuestros gobernantes".
Por último, el presidente de la Asociación de Pracas (soldados) (AP), Luis Reis, afirmó que el gobierno "no puede permitir que por culpa de cualquier troika sean retirados derechos a la Constitución".
Durante la concentración, los militares aprobaron una moción en la que garantizan que harán "todo lo que sea necesario" para no participar en una represión debido al descontento de los portugueses.
"Haremos todo para impedir la utilización de los militares en acciones que tengan por objetivo reprimir la expresión democrática de las preocupaciones y de la indignación de los portugueses y su correspondiente descontento", agrega la declaración.
La resolución final, aprobada por unanimidad por los miles de militares que se concentraron en la plaza de los Restauradores de Lisboa, añade que se están desarrollando "presiones que pretenden atribuir a los militares un papel que va mucho más allá de lo que permite la Constitución".
Por ello, los militares decidieron hacer una vigilia frente a la Presidencia de la República el próximo 27 de noviembre, día de la votación en la especificidad de los Presupuestos Generales para 2013.
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