El director general de la Policía de Haití, Godson Orelus, explicó hoy las razones que se tomaron en cuenta para recomendar la destitución de al menos 79 agentes, cuyos nombres, dados a conocer esta semana son causa de una nueva controversia en ese país.
Orelus dijo que no todos los agentes denunciados son culpables de enriquecimiento ilícito o tráfico de drogas, como se ha querido interpretar, sino que también hay recomendaciones de destitución por casos de violación a los derechos humanos, negligencia en el cumplimiento del deber o por falsificación de documentos.
El jefe de la Policía Nacional de Haití (PNH) hizo hincapié en que el informe fue elaborado como parte de la investigación de antecedentes de la institución, pero lamentó la confusión entre este caso y la investigación sobre una supuesta red de secuestradores liderada por el hijo de un magnate haitiano detenido hace tres semanas.
"Este primer informe es el resultado del proceso de investigación de antecedentes concerniente a alrededor de 3.000 funcionarios", dijo Orelus.
La Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) recomendóesta semana el despido de 79 agentes de policía de este país, debido a sus dudosos estilos de vida "que no corresponden con su salario".
La recomendación, dada a conocer el martes pasado, fue dirigida al Ministerio de Justicia y a la Dirección de la Policía Nacional, y según el portavoz de la Minustah, Miguel Alston, la lista fue confeccionada con las propias autoridades policiales.
La información generó malestar en diferentes sectores de la institución, al asegurar que muchos agentes administran bienes de sus familias, mientras otros han pedido aclaraciones sobre el informe a la Minustah.
"Esta decisión dictada por la PNH y la Minustah afecta a mi familia, mi honor, mi dignidad y mi integridad", dijo el martes la ex inspectora general de la policía, Gessy Cameau Coicou.
Sobre el caso Coicou, el jefe de la policía aseguró este jueves que no existe ningún cargo de corrupción contra la también ex vocera de la institución, y que ella decidió abandonar su cargo.
Orelus, quien lamentó que la lista fuera filtrada a la prensa, dijo que los agentes iban a ser suspendidos este mes, pero no quiso referirse a los casos de algunos oficiales de alto rango.
"Algunos fueron castigados por haber actuado sin observar el cumplimiento de su misión", afirmó.
La lista deriva de un programa de certificación de la policía lanzado en 2006 por el gobierno haitiano y por las Naciones Unidas, con el objetivo de mejorar la calidad y sanear a la institución.
El programa se interrumpió luego del terremoto de 2010, y hasta enero de ese año, 3.593 casos fueron encausados, de cerca de 7.177 abiertos por las autoridades.
El proyecto busca investigar los antecedentes de cada agente y determinar su "carácter e integridad".
Sin tomar en cuenta la Minustah, la seguridad en Haití está a cargo de la Policía Nacional, que cuenta con unos 10.000 efectivos para una población cercana a 12 millones de habitantes.
El presidente haitiano Michel Martelly anunció el año pasado un plan para reinstaurar el Ejército, mediante un programa que contempla la contratación de un primer contingente de 3.500 efectivos y una inversión a largo plazo de 95 millones de dólares.
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