"Aun si dejamos de lado los aspectos legales, morales y éticos, las consecuencias específicas de la interferencia externa no autorizada por la comunidad internacional sólo exacerbaría fuertemente la situación en el país", indicó Lavrov.
Por otro lado, Rusia no iniciaría una confrontación militar con nadie por Siria, agregó.
"Esperamos que nuestros socios occidentales definan su política no reactiva sino estratégicamente", agregó.