NACIONES UNIDAS, 17 mar (Xinhua) -- Un enviado chino ante la ONU exhortó hoy al gobierno japonés a enfrentar con franqueza los hechos históricos en relación con el uso de un gran número de esclavas sexuales durante la guerra, conocidas como "mujeres de confort", y a presentar una disculpa formal y sincera a las víctimas.
"Una gran cantidad de evidencia histórica apunta al hecho de que el ejército japonés reclutó por la fuerza a una gran número de las 'mujeres de confort' como esclavas sexuales de manera organizada desde China, República de Corea y muchos otros países durante la Segunda Guerra Mundial", dijo Wang Min, representante permanente asistente de China ante la ONU, durante el debate general de la LVIII sesión de la Comisión de Naciones Unidas sobre el Estatus de la Mujer.
Las mujeres y niñas obligadas a ser "mujeres de confort" fueron victimizadas por una espantosa violencia sexual, agregó Wang. "Setenta años después, sólo unas cuantas de ellas han sobrevivido, con traumas físicos y psicológicos sin sanar que todavía las persiguen en sus últimos años. La mayoría de ellas dejaron este mundo sin ver que se hiciera justicia".
"Con total indiferencia a los constantes llamados de los mecanismos de derechos humanos de la ONU, el gobierno japonés se niega a asumir las responsabilidades legales y a tomar medidas concretas para compensar a las víctimas", dijo Wang, quien agrgeó que importantes líderes del gobierno japonés han intentado negar la historia de agresión.
Bajo la presión internacional, el gobierno japonés recientemente declaró que no tenía la intención de revisar la Declaración Kono, pero indicó que proseguiría con la llamada investigación en torno a las circunstancias alrededor de la declaración.
La dirigencia japonesa recurre a todos los medios para intentar encubrir y exonerar a los militaristas japoneses de este crimen contra la humanidad, indicó el enviado chino.
La Declaración Kono, realizada en 1993 por el entonces secretario en jefe del gabinete japonés Yohei Kono, reconoce que el gobierno japonés y su ejército estuvieron involucrados en el uso de esclavas sexuales durante la guerra.
Wang también arremetió contra la reciente decisión del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, de rendir un manifiesto homenaje en el Santuario Yasukuni, donde 14 criminales de guerra clase A de la Segunda Guerra Mundial son venerados.
"Estos criminales de guerra fueron los principales culpables responsables de reclutar a las 'mujeres de confort'. Lo que los líderes japoneses han hecho constituye una seria afrenta a los derechos e intereses de las 'mujeres de confort' víctimas", dijo Wang.
"Esta es una manifiesta provocación a la conciencia humana y a la justicia histórica. Es un flagrante desafío al orden internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial. Ha generado una enérgica condena y denuncia por parte de la comunidad internacional", dijo Wang.
Wang pidió a las organizaciones de mujeres alrededor del mundo que se unan como una sola y exhorten al gobierno japonés a enfrentar con franqueza los hechos históricos y a presentar disculpas formales y sinceras a las víctimas "de modo que las fallecidas puedan descansar en paz y las almas traumatizadas de las supervivientes puedan ser consoladas".