El número de divorcios en Brasil llegó a 351.153 en 2011, un crecimiento de 45,5 por ciento frente a los 243.224 del 2010 y el mayor valor desde 1984 cuando el dato comenzó a ser medido, informó hoy el gobierno.
Un total de 2,6 habitantes por cada 1.000, mayores de 15 años, se divorciaron en 2011, un alza con respecto al 2010 cuando la tasa fue de 1,8 por cada 1.000, la más alta registrada desde 1984 cuando fue de 0,5 habitantes por cada millar, según el estudio divulgado este lunes por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Según el IBGE, que cita datos del Registro Civil Brasileño, las mayores tasas de divorcio se registraron en los grupos de edad que van de 30 a 54 años, siendo más elevada en el caso de las mujeres de 30 a 34 años (7,3 por ciento) y en los hombres de 35 a 39 años y de 45 a 49 años (7,9 por ciento en ambas franjas).
El estudio también reflejó una caída de tres años en el promedio de tiempo transcurrido a partir de la fecha de la boda y la sentencia de divorcio, que pasó de 18 años en 2006 a 15 en 2011.
Por años de duración, las parejas que llevaban entre cinco y nueve años casados fueron las que más se divorciaron con un 20,8 por ciento, seguidas de aquellos que cumplieron de uno a cuatro años de casados (19 por ciento).
Asimismo, las edades promedio al momento del divorcio descendieron un año en 2011, tanto para los hombres (43 años en 2006 y 42 en 2011) como para las mujeres (40 años en 2006 y 39 en 2011).
De acuerdo con el IBGE, el notable incremento en el número de matrimonios que decidieron disolver legalmente su unión se debió a la entrada en vigor en 2011 de una nueva legislación aprobada el año anterior que posibilitó la reducción de los plazos legales para la concesión del divorcio, que se permite en Brasil desde 1977.
"Con las nuevas reglas, una persona que se casó la semana pasada puede divorciarse hoy. Eso era imposible antes", explicó Claudio Crespo, economista del IBGE y coordinador del estudio.
Con anterioridad a la norma de 2010, los plazos estipulados eran de un año de casados para pedir la separación y de dos para solicitar el divorcio.
De las parejas divorciadas en 2011, un 37,2 por ciento no tenía hijos, un 19,7 por ciento tenía hijos mayores de edad y un 37,1 por ciento tenía hijos menores.
El estudio también resaltó el aumento en el número de parejas que decidieron compartir la custodia de sus hijos menores después del divorcio, pasando de un 2,7 por ciento en 2001 a un 5,4 en 2011, aunque en este año la proporción de madres que se quedaron con la custodia de los hijos fue mayoritaria, un 87,6 por ciento de los casos.
Según las cifras del Registro Civil, en 2011 hubo 1,03 millones de matrimonios nuevos lo que supuso un aumento del cinco por ciento con respecto al 2010.
También ascendió el número de personas que vuelven a casarse después de un divorcio con un 20,3 por ciento de reincidentes en 2011, frente al 12,3 por ciento en 2001.
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