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| Nacidos en EEUU |
Por Yin Lu
Pekín, 27/11/2012(El Pueblo en Línea)- Cuando Betty Sun (32), una oficinista del distrito de Chaoyang, se dio cuenta de que estaba embarazada de nuevo, no le llevó más de un día decidir junto a su esposo que el bebé nacería en los Estados Unidos.
Bajo la política de planificación familiar del país, el segundo hijo de Sun no puede nacer en China y recibir un hukou (registro de domicilio) sin pagar una cuantiosa multa.
Para evitar esta situación, Sun hizo lo que miles de otras madres acomodadas de China han hecho en los últimos años para escaparse de la multa y aprovecharse de los beneficios de tener un hijo con la ciudadanía estadounidense: visitó una agencia china que hizo todos los preparativos para poder dar a luz en EEUU, pidió un visado y el 20 de septiembre arribó en el aeropuerto internacional de Los Ángeles.
Baby Boom en el extranjero
Adoptada en 1868, la 14ª Enmienda de la Constitución Estadounidense otorga la ciudadanía a cualquier bebé nacido en el país. La enmienda ha permitido a que muchas agencias chinas prosperen, pero sus fortunas muchas veces son producto de la estafa a padres que tienen pocas posibilidades de luchar, debido a que podrían terminar pagando una multa por tener un segundo hijo.
El negocio ha sido próspero en la última década para las agencias intermediarias que ayudan a que el “sueño americano” se vuelva realidad para los recién nacidos con padres chinos.
Una simple búsqueda con las palabras “ir a EEUU a dar a luz” en el buscador chino de internet Baidu arroja puntuaciones para diferentes sitios web de agencias en competencia. Sun fue a una de las mayores, Zhong Kai, luego de constatar que era legítima a través de fotos de sus centros de servicio en los EEUU.
Sun y su esposo optaron por un paquete de más de 80.000 yuanes (12.848 dólares) que no incluye los gastos médicos ni los billetes de avión.
Las agencias chinas cobran entre 100.000 y 250.000 yuanes en promedio por un paquete de nacimiento en los EEUU por tres meses, y el precio puede ser aún mayor dependiendo de cuántos familiares acompañen a la futura mamá.
Una vez que la madre vuelve a China con su bebé estadounidense, esperan más gastos en casa. China prohíbe la doble ciudadanía, por lo cual el bebé nacido en EEUU no podrá obtener un hukou ni podrá ser inscripto en la escuela pública. De la misma manera, un bebé “americano” perdería su ciudadanía al obtener un hukou. La solución para los padres es llevar a sus hijos a escuelas privadas.
Un cliente anónimo de Zhong Kai dijo que en los seis años de funcionamiento, la agencia organizó exitosamente el nacimiento de varios miles de bebés en los EEUU.
Tácticas de explotación
La mayoría de las madres obtienen visados de turismo por seis meses y viajan cuando están entre el quinto y séptimo mes de embarazo. Esto les da el tiempo suficiente para llegar, dar a luz y recuperarse antes de volver a China.
Los Ángeles es el destino favorito de la mayoría de las madres chinas.
Las agencias tramitan los visados y se aseguran del cuidado de las madres en los centros de atención, que cuentan con chinos de ultramar entre el personal, antes y después del parto. Las comidas están incluidas, así como el alquiler de una casa o apartamento. También comprende varios viajes de compras para productos de bebés.
En China, tales agencias no son legales y su modelo de negocio permite a las parejas violar la política de planificación familiar del país. En EEUU, las operaciones tampoco son claras, pues los centros de atención normalmente no están registrados.
“En esta industria, la cooperación entre el centro de atención en EEUU y las agencias en China es imprevisible y anormal”, dijo un padre de 30 años de edad, de apellido Lin, cuya hija nació en EEUU hace dos meses.
Lin, quien acompañó a su esposa en el viaje, compartió sus experiencias dando detalles en su microblog. En él da consejos a los padres que están pensando en seguir sus pasos, pero es crítico de las agencias.
“Situadas en oficinas lujosas para aparentar, las agencias ganan comisiones enormes. Pero para aumentar el lucro, los centros de atención en los EEUU tratan de abaratar los costos. Esto lleva a que las embarazadas vivan en apartamentos en mal estado”, dijo Lin a Metro Beijing.
Sun dijo que tuvo una experiencia similar al llegar a los EEUU.
Frente a la estafa, Sun decidió terminar su contrato y mudarse, al igual que Lin y su esposa. “La mayoría de las madres que conozco y que usaron agencias, se mudaron, aunque perdieron los depósitos”, dijo Sun.
Cuando intentan mudarse o reclaman que les sea devuelto su dinero, muchas veces las agencias amenazan con decir a las autoridades sobre su segundo hijo.
Sun denunció a la agencia Zhong Kai frente a las autoridades de la Administración de Industria y Comercio de Pekín, luego de lo cual la compañía ofreció un reembolso.
Vacío legal
Tian Yangang, abogado comercial del bufete de abogados Lüli, dijo a Metro Beijing que tener un segundo hijo en el extranjero es una “laguna” en la ley china. “Hay diferentes interpretaciones de la ley, lo que hace que este asunto sea polémico. Sin embargo, creo que estas parejas deberían ser multadas, porque sus hijos acceden a los recursos nacionales”, dijo.
Sun planea volver a China en marzo, cuando habrá gastado unos 250.000 yuanes, según estima. “Mi segundo hijo irá a una escuela primaria internacional de Pekín. Los enviaremos a estudiar la secundaria y la universidad a los EEUU”, dijo Sun.
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