El Templo Laboleng está sometido a una extensa renovación |
Fuente: CCTV.COM
El Templo Laboleng, situado en el sur de la provincia de Gansu, es la meca del budismo tibetano. A pesar de sus 300 años de antigüedad, el lugar aún celebra numerosas actividades budistas cada año. En el mes de septiembre comenzó un proyecto de renovación, el mayor en la historia del templo, que se espera que no altere sus celebraciones.
El Templo de Laboleng es uno de los principales destinos para los budistas tibetanos en el oeste de China. Con 48 grandes salas y 18 viviendas donde residen los budas vivientes, la mayor parte de sus instalaciones están hechas en madera, por lo que están altamente expuestas a la erosión. Esto hace que sea urgente una renovación general del edificio.
El proyecto, para el que se invertirán 305 millones de yuanes, renovará 12 salas y cinco viviendas. Los trabajos de restauración comenzaron por la más pequeña de las salas. Con esto se espera adquirir la experiencia necesaria para reconstruir las habitaciones más grandes.
So Nanjia, subdirector de Departamento de Cultura, Deporte y Radiodifusión del Distrito dice: "el edificio que hay detrás de mí es el más pequeño de los que se quieren renovar. Ahora es invierno, así que, principalmente, estamos involucrados en los trabajos de preparación. Además, en los días en los que, como hoy, las actividades se celebran dentro, sería imposible realizar obras".
En el templo hay 30 mil esculturas budistas, decenas de miles de inscripciones en la parte superior de los murales e innumerables bordados. Estos son los elementos que más necesitan ser restaurados y también los más delicados.
So Nanjia, subdirector de Departamento de Cultura, Deporte y Radiodifusión del Distrito dice: "debemos mantener la apariencia original de las antigüedades. Hay un dicho que reza: ’reparar lo viejo para que siga siendo viejo’. La dificultad estará en la técnica y en el material."
Fuera del templo se está construyendo un aparcamiento para que los vehículos no tengan que entrar en el recinto. Los visitantes tendrán que usar vehículos eléctricos para desplazarse por el lugar. Con ello no sólo se protegerá el templo sino que también se mantendrá el orden en todas las actividades que se realicen en sus instalaciones.