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Obama advierte otra vez del peligro real que se cierne sobre la economía

Actualizado a las 15/01/2013 - 14:57
(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – La suspensión de los pagos de Estados Unidos a sus acreedores provocaría severos daños para todos los ciudadanos de ese país y un caos en la economía mundial, advirtió el presidente estadounidense, Barack Obama.
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(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – La suspensión de los pagos de Estados Unidos a sus acreedores provocaría severos daños para todos los ciudadanos de ese país y un caos en la economía mundial, advirtió el presidente estadounidense, Barack Obama.

Justo un mes le queda a la primera economía del planeta para decidir si eleva o no el techo de deuda, una decisión que depende exclusivamente en estos momentos del Congreso, por lo que el mandatario, muy preocupado por la situación, pidió a los legisladores que, de inmediato y sin condiciones, den el paso para evitar el peor escenario.

A pocos días de jurar el cargo para su segundo mandato en la Casa Blanca, Obama dejó claro a los republicanos que esta vez, a diferencia de la larga y tensa negociación de finales de 2012 para evitar la precipitación del país por el abismo fiscal, en esta ocasión “no voy a negociar con una pistola en la sien del pueblo estadounidense”.

El presidente se muestra renuente a la posibilidad de enfrentar otro duro proceso de conversaciones con sus rivales, que tienen el control de la Cámara de Representantes, sobre un asunto que en su opinión es aún más grave que el del denominado abismo fiscal.

Estados Unidos tiene que pagar sus deudas y punto, dijo Obama y añadió que cualquier reclamación de los republicanos sobre la reducción del déficit o el recorte al gasto público tendrán que hacerla al margen de la responsabilidad que tiene el país de saldar sus deudas.

Sin embargo, el Partido Republicano parece dispuesto a mantener otro pulso y presiona para que el Gobierno se comprometa a eliminar o reducir más los costosos programas sociales, a cambio de dar su respaldo a la propuesta de elevar el techo de deuda.

Al igual que sucedió en la compleja negociación para evitar el abismo fiscal, los republicanos presionan a la Casa Blanca para que rebaje el déficit de forma drástica, con un fuerte tijeretazo al gasto social. Los demócratas, en cambio, prefieren nuevamente la vía progresiva y el aumento de los impuestos.

No llegar a un acuerdo en este nuevo desafío, alertan, tendría consecuencias más inmediatas y contundentes. “Sería un desastre para nosotros y para toda la economía mundial”, alertó Obama y explicó que en caso de ocurrir lo peor, el Gobierno tendría que dejar de pagar a sus empleados, a los militares, a los pensionistas, a los médicos que atienden la seguridad social.

Tampoco el Tesoro podría pagar los intereses de sus bonos, los extranjeros que invierten en EE. UU. pondrían en duda las garantías que este mercado ofrece y una ola de pánico se extendería casi inevitablemente por todo el sistema financiero internacional, con una previsible paralización de la actividad económica.

La primera economía del mundo quedaría, de hecho, paralizada, únicamente capaz de atender los asuntos de máxima urgencia, y el país tendría que declararse, formalmente, en suspensión de pagos, resumió El País.

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