Song Jing restaura el antiguo clásico Yongle Dadian, usando pinzas. Zou Hong/China Daily
Una doctora en tesoros en papel
El objetivo principal de la restauración de libros antiguos es extender la vida útil del documento. Cuanto mayor sea la similitud entre los materiales originales y de restauración, más consistente será su tasa de envejecimiento, y por lo tanto, mejor se pueden preservar los libros antiguos.
Por el momento, Song y sus colegas están trabajando en restaurar una copia de Yongle Dadian, una enciclopedia completada en 1408 después de ser comisionada por el emperador Yongle durante la dinastía Ming (1368-1644).
Se estima que Yongle Dadian, que comprende 22.937 volúmenes en 11.095 libros, contiene unos 370 millones de caracteres chinos. Se dice que es la enciclopedia en papel más grande del mundo en la historia antigua.
El tiempo ha pasado factura, y solo se sabe que existen unos 400 libros de un duplicado del siglo XVI, o poco más del 3,5% de la publicación total, mientras que el paradero de la versión original es desconocido.
Después de recibir el desafío a principios del año pasado, Song y sus colegas tardaron seis meses en evaluar el proyecto antes de comenzar el trabajo de restauración.
Tenían que encontrar formas de simular las materias primas originales para la unión y el diseño a través de un estudio meticuloso.
"La mayoría de los libros de Yongle Dadian que han sobrevivido hasta hoy han sufrido daños en su encuadernación original", subrayó Song.
"Para restaurarlos a su forma original, necesitamos recopilar información de varias fuentes, como imágenes y textos, antes de poder llegar a una conclusión sobre su estilo vinculante original y repararlas en consecuencia", explicó.
Además, la textura y el color de seda de la antigua enciclopedia se ha vuelto inconsistente, lo que dificulta la creación de las materias primas necesarias para coincidir con el color.
"Solo podía resolverse a través de prueba y error, y tuvimos que asegurarnos de que los materiales de reparación estuvieran pretratados para emular la condición del modelo similar a la original", explica Song.
En el pasado, los restauradores tenían que confiar en su experiencia para determinar los materiales apropiados para usar en un proyecto.
"Cuando aprendí por primera vez sobre restauración, mi maestro nos pidió que identificaramos el material utilizado para hacer un trozo de papel a mano", recuerdó Song.
A medida que la tecnología ha evolucionado, Song y sus colegas pueden hacer uso de un nuevo método de análisis de fibra a través de microscopios para identificar las materias primas con precisión y eficiencia.
Sin embargo, los métodos de detección táctiles y anticuados aún son útiles cuando las fibras no están disponibles.
"Después de todo, obtener muestras de fibra podría socavar la integridad de un artículo antiguo", admitií ella.
Después de finalizar el análisis, los restauradores en la biblioteca pueden crear papel increíblemente similar al original.
Sin embargo, la tecnología es solo un recurso auxiliar, y la restauración de libros antiguos todavía requiere un conjunto de habilidades manuales esenciales, que van desde la preparación de la pasta, el papel de corte y el cepillado, y la unión.
Colocar productos químicos en las pastas producidas comercialmente podrían dañar los libros, por lo que Song y sus colegas tienen que crear la cola que necesitan por sí mismos, comenzando por extraer el almidón de la harina.
Por ejemplo, la viscosidad de la pasta no puede ser demasiado débil o fuerte. "De lo contrario, no puede mantener el papel unido o hará que el papel se pliegue", advirtió Song.
La restauración también requiere altos niveles de control para cepillar el papel.
"Si la presión no se controla correctamente durante el proceso de cepillado, el papel puede romperse, pero si el toque es demasiado ligero, el papel no se adhiere", explica Song.
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