BEIJING, 10 dic (Xinhua) -- La detención este mes en Canadá de Meng Wanzhou, directora financiera de la compañía tecnológica china Huawei, ha atraído una gran atención mundial y provocado la crítica rotunda de China.
Pese a no vulnerar ninguna ley canadiense, Meng fue arrestada provisionalmente por las autoridades canadienses a petición de Estados Unidos mientras hacía un transbordo aéreo en Canadá, explicó el jueves pasado a través de un comunicado Huawei.
Huawei ha recibido muy poca información sobre los cargos y no le consta que Meng haya cometido ningún delito.
En una rueda de prensa diaria, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino Geng Shuang afirmó que China había mostrado su enérgica oposición a Canadá y Estados Unidos y había urgido a ambos países a aclarar la razón de la detención de Meng, liberarla de inmediato y proteger de forma efectiva sus derechos e intereses legítimos.
Según Geng, ninguno de los dos países ha proporcionado prueba alguna a China en lo que atañe a la supuesta violación por parte de Meng de la legislación canadiense o estadounidense.
Canada no tiene jurisdicción sobre Meng, ni en virtud del principio de nacionalidad ni en virtud del principio de territorialidad.
Como de todos es sabido, Estados Unidos ha puesto siempre su legislación nacional por encima de la internacional, y su "largo brazo jurisdiccional" ha levantado con frecuencia las críticas de la comunidad internacional.
Sin embargo, a pesar de todo esto Canadá ha elegido ignorar las normas internacionales y obedecer a Estados Unidos, pagando así la factura de los abusos de EEUU.
Canadá siempre habla de los "derechos humanos", pero en este caso, ha respetado de ninguna manera los derechos de Meng. Arrestar a una ciudadana china mientras hacía un trasbordo aéreo sin dar ninguna razón concreta es violar gravemente sus derechos e intereses legítimos.
También en el caso de Meng, Canadá ha decidido tratarla como a una criminal peligrosa antes de que haya ni juicio ni condena. Es una gran humillación y falta de respeto para Meng.
La directora financiera de Huawei tiene problemas de salud, entre otros hipertensión y trastornos del sueño, y se está recuperando de la cirugía en el cuello a que fue sometida en mayo. Sin embargo, no ha recibido de Canadá la debida atención humanitaria.
La medida de Canadá, que es ilegal, irrazonable y cruel, ha sentado un precedente peligroso y perjudicado gravemente sus relaciones con China.
Según aseguró el propio primer ministro canadiense, el arresto le fue notificado con antelación. Sin embargo, optó por no comunicarlo a la parte china, sino confabularse con la acción hegemónica unilateral estadounidense y perjudicar los sentimientos del pueblo chino.
Aconsejamos a Canadá que no siga equivocándose, sino que ponga de inmediato en libertad a la alta ejecutiva y proteja efectivamente sus legítimos derechos e intereses. De lo contrario habrá consecuencias graves y Canadá tendrá que asumir toda la responsabilidad.