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Analistas consideran que fricciones comerciales tendrán incidencia menor en macroeconomía china

BEIJING, 11 abr (Xinhua) -- Las actuales fricciones comerciales con Estados Unidos tendrán una limitada influencia negativa en la macroeconomía de China, según los expertos.

"La economía china es estable y tiene una buena inercia de crecimiento, una tendencia que cabe esperar que continúe a largo plazo. El mercado chino es muy flexible y resistente, y apunta claramente al crecimiento", opina el vicepresidente de la Academia de Estudios Macroeconómicos de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, Wang Changlin.

Las fricciones comerciales ejercerán cierta influencia sobre la economía china, pero esta será menor, en términos generales, calcula Wang.

Estados Unidos anunció el 3 de abril una lista propositiva de aranceles sobre los bienes chinos por valor de 50.000 millones de dólares. El listado fue autorizado por la oficina del Representante Comercial de EE. UU., que en agosto de 2017 inició una investigación sin base conforme a la disposición 307 de la Ley Comercial de EE. UU. de 1974 para sondear las prácticas chinas en materia de propiedad intelectual y transferencias de tecnología.

El cálculo inicial es que un descenso de las exportaciones de 50.000 millones de dólares podría lastrar el crecimiento del PIB de China en menos de un 0,1 por ciento, tranquiliza Wang.

China sigue siendo perfectamente capaz de lograr su objetivo de crecimiento anual, fijado en torno al 6,5 por ciento, y de mantener su tasa de desempleo urbano según encuesta por debajo del 5,5 por ciento, al tiempo que crea 11 millones de nuevos puestos de trabajo en las ciudades.

"Los sectores señalados por los aumentos arancelarios propuestos por EE. UU. no emplean gran cantidad de mano de obra, lo que significa que los descensos de la exportaciones no conllevarán despidos a gran escala", indica.

Se desarrollarán nuevos mercados extranjeros y el potencial del mercado nacional, lo que reducirá aún más la influencia negativa del aumento de los aranceles, augura Wang.

El experto también cree que el plan chino de imponer aranceles adicionales sobre artículos de EE. UU. como la soja y el cerdo tendrá un reducido efecto inflacionario.

China importó 32,85 millones de toneladas métricas de soja de Estados Unidos, lo que supone más de un tercio de toda la soja que compra en el exterior. Los incrementos arancelarios harán perder competitividad a la soja de EE. UU., lo que obligará a sustituirla por la cultivada en Brasil y Argentina, avanzó el investigador de la Academia de Ciencias Agrícolas de China Chen Yang.

Si el precio de la soja sube un 25 por ciento, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentará un 0,25 puntos porcentuales, por lo que se seguirá cumpliendo el objetivo anual de controlar que el IPC esté alrededor del tres por ciento, apuntan los analistas.

Estados Unidos, por el contrario, tendrá problemas para encontrar un comprador de soja alternativo a China.

Además, la carga que supondrán los aumentos arancelarios propuestos por EE. UU. sobre los productos chinos recaerá sobre el conjunto de la cadena industrial, lo que elevará la presión sobre los exportadores, los proveedores de materias primas y los vendedores al por menor, así como sobre los compradores estadounidenses, más que exclusivamente sobre las empresas chinas, prevé Wang.

El mercado financiero de China seguirá siendo estable, visto que la economía nacional es estable, la eficiencia empresarial está mejorando y los precios de consumo se mantienen en parámetros bajos, argumenta Wang, que recomienda que China se siga ocupando atentamente de sus asuntos y evite que otros la despisten.

China no se rendirá ante la presión exterior, reiteró este mes el viceministro de Hacienda, Zhu Guangyao.

"Vista desde otro ángulo, la presión exterior es el motor de la innovación y el desarrollo", señaló.

China ha reiterado en multitud de ocasiones su compromiso con la apertura continuada y el apoyo a la globalización económica para facilitar tanto el desarrollo nacional como el global.